El drama se ceba con México

Al menos 225 personas han perdido la vida como consecuencia del terremoto de magnitud 7,1 que sacudió el martes la zona centro y sur de México y que ha dejado decenas de edificios destruidos en la capital, según unúltimo balance del ministerio del Interior. El coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, actualizó en Twitter las cifras y confirmó 94 fallecidos en Ciudad de México. Otras doce personas han fallecido en el estado de México (Edomex), 71 en Morelos, 43 en Puebla, 11 durante un bautizo, cuatro en Guerrero y uno en Oaxaca.

Las labores de rescate continúan sin descanso para encontrar personas con vida bajo los escombros de las decenas de edificios derrumbados. Uno de los lugares donde más se ha trabajado ha sido en el colegio Enrique Rebsamen, de educación básica y media, donde socorristas con perros de rescate, marinos y decenas de voluntarios se apresuraron a remover los escombros, en una carrera contra el tiempo para sacar a los 30 niños que permanecían atrapados junto con doce adultos. Se confirmó la muerte de al menos 22 de ellos. La nación despertó ayer de luto, se han decretado tres días, pero con un fuerte ánimo para buscar a supervivientes, enterrar a los fallecidos y comenzar pronto las tareas de reconstrucción tras sufrir un golpe inesperado el mismo día que se conmemoraban 32 años del catastrófico terremoto de 1985. No han trascendido cifras oficiales de desparecidos, pero más de 20 de españoles siguen sin estar localizados según el último balance del ministerio de Exteriores, que únicamente confirmó el fallecimiento de un español.

Thaïs asegura que pese al caos “se respiraba un ambiente muy emocionante”

El país se encuentra en plena movilización de su personal de salud y del voluntariado ciudadano para atender a los heridos que son rescatados. El secretario de Salud, José Narro, informó de que 1.819 personas han sido atendidas en la capital del país por heridas provocadas por el terremoto, de las cuales la “inmensa mayoría” ya están en sus domicilios o incluso en sus lugares de trabajo. Detalló que estas personas registraron contusiones, crisis de ansiedad, fracturas, muchas de ellas atendidas con cirugías, quemaduras, traumatismos craneoencefálicos.

Lleida

Thaïs Pascual es una leridana de 22 años que hace prácticas en la Oficina Comercial de la Generalitat de Catalunya en Ciudad de México desde agosto. Precisamente, se encontraba trabajando allí cuando empezaron los temblores. “Si va a más, tendríamos que salir de aquí” alertó su jefa, pero cuando fueron a salir era demasiado tarde. “Nos pegamos al muro de carga del edificio, como nos habían enseñado dos horas antes en el simulacro”, en conmemoración del fatal seísmo ocurrido hace 32 años. “Parece una ironía que nos enseñaran lo que teníamos que hacer solo dos horas antes”, contó a SEGRE Thaïs, todavía nerviosa por lo ocurrido. Explicó que lo pasaron “muy mal” porque la zona en la que ella vive, la Colonia de la Condesa, es de las más afectadas por el temblor y de hecho “varios edificios cercanos se derrumbaron”. Su casa no, pero no pudo pasar allí la noche por si las réplicas lo tiraban abajo y no volvió “hasta que un arquitecto voluntario nos ha confirmado que es seguro”. Afirmó que pese a la tardanza de las fuerzas de seguridad y los Marines, la sociedad civil se organizó muy bien. “Gente de todas partes y de todas las edades acudía a ayudar”. A pesar del caos, “se respiraba un ambiente muy emocionante”. Ella fue una de las muchas personas que acudió como voluntaria y vio cómo rescataban a dos personas de entre los escombros. Reconoció que en algún momento se planteó volver, pero “en frío, desechas la idea y lo que quieres es volver a la normalidad” y espera poder regresar al trabajo entre hoy y mañana. Por otra parte, en Som Garrigues, hablaron con Victorta Miarnau, de Llardecans, que lleva 15 años en México. Destacó lo destructivo que fue el seísmo y destacó la labor de los equipos de rescate.