Jornada de alerta que finaliza sin urnas requisadas en el Pla

El Pla d’Urgell vivió una jornada que mezcló el ambiente festivo con el nerviosismo y temor a la represión que terminó sin ninguna urna requisada y sin la policía nacional y la Guardia Civil. Decenas de personas se reunieron en los tres puntos electorales de Mollerussa a partir de las cinco de la mañana. El más masivo, el colegio La Salle, donde se concentraron unas 300 personas. Un par de horas más tarde llegaron las urnas y, hacia las ocho, fueron los Mossos d’Esquadra los que se personaron en los centros para levantar acta. Antes de empezar a votar a las nueve de la mañana, los centros de toda la comarca ya registraban largas colas. La alegría y emoción inicial de los vecinos cuando se abrieron las puertas de los centros se fue diluyendo a medida que se empezaron a recibir las primeras noticias de cargas policiales y el cierre de puntos de votación en otras partes del territorio. Por este motivo, muchas personas optaron por quedarse en los centros, una vez hubieron votado.

El nerviosismo se alargó hasta las siete y cuarto de la tarde, cuando en Mollerussa cerró puertas la escuela de música; un cuarto de hora más tarde El Carme y, finalmente, La Salle a las ocho. Con euforia, los vecinos llegaron a cortar al tráfico la calle Ferrer i Busquets para cantar Els Segadors. Media hora más tarde, el alcalde, Marc Solsona, anunció los resultados de la capital y aseguró que en la ciudad se ha podido votar “con la máxima normalidad de forma muy cívica” aunque “no podemos estar contentos con un centenar de personas heridas”. Vecinos de la localidad retiraron la bandera española del balcón del ayuntamiento.

En la mayoría de municipios del Pla se llevaron a cabo fiestas de entidades, como en Linyola, Vilanova de Bellpuig, Fondarella o Ivars d’Urgell. En Vila-sana, se votó en el edificio parroquial.