ESNOTICIA
Las cargas policiales en Lleida ensucian una jornada con votación masiva a favor del “sí”
Miles de personas participaron pacíficamente en el referéndum y denunciaron las actuaciones desmesuradas de agentes || Los mayores disturbios fueron en la EOI, CAP de Cappont y en la Mariola
Eran apenas las cinco de la mañana cuando los más madrugadores se dirigían a sus colegios electorales con una mezcla de emoción e incertidumbre. Lo tenían claro: querían evitar que los Mossos d’Esquadra cerraran las sedes de votación por orden del TSJC y poder ejercer “nuestros derechos”. Centenares de ellos ya habían pasado la noche en los centros de voto, como en los institutos Màrius Torres, Gili Gaya y Joan Oró donde, a juzgar por el ambiente en aquellas horas, parecían más bien las cinco de la tarde. “¿Quién constituiría las mesas electorales o dónde estaban las urnas?” eran algunas de las preguntas que se hacían los leridanos más impacientes. En la mayoría de los 24 colegios fueron los voluntarios los que cogieron las riendas. Las concentraciones ante los colegios aumentaban por minutos según se acercaba la hora oficial de apertura (9.00 h.) que coincidía con la circulación de los primeros rumores vía whatsapp de que la Policía Nacional estaba yendo a algunas sedes. La delegación de Bienestar Social de la avenida del Segre fue la primera ala que entraron y requisaron las urnas, a pesar de la barrera humana que hicieron los presentes para evitarlo. Apenas habían votado una cuarentena de personas. Algunos vecinos fueron agredidos por los agentes. “Fue totalmente desmesurado, nos cogían a jóvenes y a ancianos”, indicó Víctor, que recibió dos golpes en la cara y uno en la oreja y presentará parte de lesiones en el Arnau. Los momentos de más tensión se vivieron en el CAP de Cappont y en la EOI, donde los agentes policiales cargaron con especial virulencia y dispararon varios tiros al aire para dispersar a la multitud que rodeaba los furgones con las urnas confiscadas. “La gente lloraba y gritaba. He ido a muchísimas manifestaciones, pero estas acciones estaban orquestadas y organizadas”, explicaba Maria, que acudió al colegio alrededor de las siete. En la sede de la Mariola, donde muchos votantes fueron redirigidos al requisar las urnas de otras, un vecino sufrió un infarto durante las cargas policiales y fue trasladado en el hospital Vall d’Hebrón en estado muy grave. Anoche permanecía ingresado en este centro. El último balance oficial de heridos en Lleida provincia era de 129.
Los miles de leridanos con ansias votar y vivir esta jornada histórica para Catalunya intentaron durante la jornada saber qué recorrido seguirían el séquito de furgones policiales para reorganizarse y frenar las posibles acciones. Los grupos de whatsapp sacaban humo. El instituto Guindàvols tuvo dos observadores internacionales del Reino Unido y Estados Unidos. Y cerca de los colegios, las consignas “Votarem”, “Aquestes són les nostres armes” y “No toqueu a les padrines” fueron algunas de las consignas que se escucharon en las distintas concentraciones en las sedes de votaciones. Pasadas las 20.00, los colegios procedieron al recuento de votos, en los que el “sí” se impuso por amplísima mayoría. Para celebrarlo, miles de personas salieron eufórica a Ricard Viñes para gritar, pese a los impedimentos, “ja hem votat”. Al cierre de esta edición faltaban resultados por conocer.
Un leridano, entre los heridos graves durante el 1-O El leridano E.S.P., vecino de plaza de l’Exèrcit y de setenta años, resultó herido de gravedad durante las cargas policiales en el colegio electoral de la Mariola, muy próximo a los bloques Juan Carlos. Durante los disturbios, el hombre sufrió un infarto. Tras ser reanimado en el mismo lugar de los hechos, el SEM lo evacuó al Arnau de Vilanova y posteriormente fue trasladado al hospital Vall d’Hebrón de Barcelona. En el conjunto de Catalunya resultaron heridas de 844 personas.