ESNOTICIA
Municipios en guardia celebran jornadas festivas con carga policial en Segrià y Noguera
En el Pirineo no hubo situaciones de conflicto y buena parte de los colegios electorales cerraron de forma anticipada || 30 heridos en Ponts, mientras que en Urgell o el Pla la policía prácticamente no se vio
La guardia activada, el móvil ardiendo y con la batería dando los últimos coletazos y pendientes de preservar las urnas ante cualquier visita policial. “Están cerca, somos los siguientes, igual cargan fuerte.” Leridanos del norte y del sur escucharon ayer estas consignas a lo largo de buena parte de la triste jornada de ayer que, como en toda Catalunya, comenzó antes del alba con ánimos mucho mejores. En buena parte de los municipios, sin embargo, no vieron a los cuerpos de seguridad. En unas decenas de localidades sí estuvieron presentes y en algunas de ellas se registraron incidentes, algunos de consideración, entre votantes y agentes de la Policía Nacional o la Guardia Civil. Ocurrió especialmente en el Segrià y la Noguera. Al margen de la capital, donde se registraron las cargas de más violencia, municipios como Alcarràs vivieron empujones y otros como Soses, Artesa y Puigverd soportaron la jornada frente a una fuerte presencia policial. En la Noguera hubo incidentes de más alcance y solo en Ponts se registraron 30 heridos. En Menàrguens, varios más, incluida la alcaldesa, y en Montgai hubo presencia sin carga. También la hubo en Cervià, uno de los pocos pueblos de Les Garrigues al que viajó la policía.
En todo el Pirineo no se registró tampoco ningun enfrentamiento, y tampoco en la mayoría de comarcas del llano como el Urgell, el Pla o la Segarra.
En numerosos municipios, la organización del referéndum optó por cerrar los colegios electorales antes de la hora prevista (las 20.00) porque recelaba de la llegada de las fuerzas de seguridad que pudieran requisar las urnas. En Tremp y en La Pobla de Segur, por ejemplo, cerraron con antelación de modo que a la llegada de los Mossos d’Esquadra para intervenir las urnas, las papeletas ya se habían contado.
Las cargas policiales, que asombraron y asustaron a cientos de leridanos en la capital y pueblos del Segrià y la Noguera, dejaron paso en el resto de localidades a la solidaridad con los afectados y el más de centenar de heridos pero también a celebraciones y aplausos al cierre de los centros de votación.
En total, la Policía Nacional y la Guardia Civil cerraron en Lleida (con datos de las cinco de la tarde) 7 y 12 colegios electorales, según datos del ministerio de Interior, de los 92 clausurados en el conjunto de Catalunya.
El ingenio de votantes y de mesas en un día histórico Las urnas llegaron a los colegios electorales poco después de las 8.00 a la mayoría de colegios electorales de Lleida, todas ellas en vehículos particulares y de incógnito. La mayoría se hallaban en casas particulares e incluso un alcalde comentó que la había ido a buscar a un camino municipal a las 3 de la madrugada. Los aplausos se prodigaron entre los cientos de leridanos que esperaban a las puertas de los colegios a la llegada de las urnas. Para amenizar la espera, los votantes llevaron café y bollería, mientras que los grupos de whatsApp hirvieron a lo largo del día, incluidas peticiones de dejar el móvil en modo avión.