Sant Carles de la Ràpita, piedras a la Guardia Civil

El ministerio del Interior difundió ayer por twitter uno de los momentos más tensos del día. La Guardia Civil tuvo que huir de forma apresurada de Sant Carles de la Ràpita, tras recibir una lluvia de piedras por parte de jóvenes del pueblo durante la jornada de defensa de las urnas del referéndum.

Las largas colas para votar y las cargas policiales fueron la tónica general durante el día de ayer en Tarragona. El Institut Tarragona fue uno de los puntos calientes de la ciudad. Un centenar de antidisturbios y más de 20 furgones policiales rodearon el centro, y entraron en él para llevarse las dos únicas urnas que había. Fuera, en la plaza Imperial Tarraco, la policía española cargó contra los defensores del referéndum, ante la atenta mirada de varios observadores internacionales, que presenciaron los hechos.

En otos colegios, el día de votación transcurrió con algo más de normalidad y pudieron estar abiertos hasta las ocho de la tarde, hora oficial del cierre. Fue el caso del instituto Antoni de Martí i Franquès. Mientras las últimas personas depositaban su papeleta en la urna, el colegio se cerró, y una vez finalizada la votación, más de mil personas lo blindaron para evitar que se impidiese el recuento de votos.

Al cierre de esta edición no se tuvo constancia de detenidos en la zona. En cambio, el número de heridos dado a conocer por el departamento de Salud de la Generalitat ascendía a 82, entre Camp de Tarragona y les Terres del Ebre. Uno de los agredidos por las fuerzas de seguridad españolas fue el presidente de ERC de Tarragona, Sergi Albarrán, en la plaza Tarraco. El alcalde de Tarragona, el socialista Josep Fèlix Ballesteros, publicó un mensaje en Twitter asegurando que la violencia no es el camino y que “solo la serenidad y el diálogo político valiente” conllevará soluciones.

Al final de la tarde, más de mil ciudadanos se concentraron en la Plaza de la Font para condenar la actuación policial y reivindicar el referéndum.