ESNOTICIA
El Eix Comercial, vacío como en un domingo festivo
Participación masiva en el paro, salvo de algunos bares y franquicias || Algunas tiendas cerraron al paso de los piquetes
La principal arteria comercial de Lleida se quedó ayer sin sangre. La gran mayoría de los comercios y tiendas del Eix Comercial cerraron sus puertas y se sumaron a la huelga general. Los carteles que anunciaban la decisión eran numerosos y variados, ya que cada comercio había diseñado su nota informativa. El ruido y paso de gente habitual en el Eix fue sustituido ayer por una calma que solo lo rompían las conversaciones de los transeúntes que paseaban por la zona. La federación de comerciantes del Eix acordó sumarse al paro, pero no todos las establecimientos la secundaron. Pese a los piquetes informativos y saber que habría poca afluencia de clientes, algunos bares, cafeterías y franquicias levantaron sus persianas.
En una franquicia de una marca de ropa del Eix, el establecimiento estaba abierto, y sus empleados trabajaban como siempre, pero no era un día normal para ellos. “Nosotros no trabajamos aquí, venimos de otras franquicias de Lleida y de otras ciudades, estamos cubriendo la huelga de los empleados de aquí, que la han secundado todos” explicó una empleada. En otra franquicia, en este caso una cafetería, en la plaza Sant Joan, su propietaria lo tenía claro. “Me parece genial que haya huelga pero yo tengo una franquicia y tengo que trabajar, han venido los piquetes informativos, nada violentos, y hemos cerrado hasta que se han ido.” A la pregunta de si cerraría por la tarde, respondió: “si veo que mi local o mis empleados pueden estar en peligro o en una situación incómoda, lo haré.” Este mismo pensamiento tenían muchos comerciantes que ayer abrieron sus negocios: “si la cosa se pone fea, cerramos y ya está,” dijo uno de ellos. Pese al miedo a los incidentes, todos los responsables y empleados destacaron la no violencia y el carácter informativo de los piquetes. En otra franquicia multinacional, la dependienta que eludió pronunciarse: “No sé ni puedo decir nada.”