ESNOTICIA
“Hay tan poca actividad que puedes sentarte en la carretera”
“Hay tan poca actividad en el polígono de Els Frares y los alrededores que podría sentarme en medio de la carretera a intentar contar camiones y ni contaría camiones ni tendría ningún riesgo de que me atropellaran”. Con esta frase entre descriptiva e irónica hacía balance ayer un trabajador de esta zona industrial de la capital del Segrià cómo se vivió ayer la jornada de “paro de país”. A primera hora de la mañana acudieron a este polígono como a otros de la provincia piquetes que se limitaron prácticamente a lanzar algunas octavillas llamando a la movilización, pero lo cierto es que eran poco necesarios, teniendo en cuenta el nivel de participación por parte de los trabajadores.
Ayer no se trataba de una reivindicación laboral ni sectorial, sino que “va mucho más allá, nos tenemos que movilizar, tenemos que plantar cara a quienes no nos dejan decidir libremente. Pero además, nos tenemos que defender porque lo del domingo no tiene nombre”, explica Carles a la hora de justificar porqué en el taller donde trabaja toda la plantilla había optado por parar media jornada, una movilización que cuenta con el respaldo y el acuerdo con la empresa. “Por la tarde hemos quedado todos juntos con la familia para ir a la manifestación”, añadía.
En algunos casos, de industrias agroalimentarias, grupos trabajadores habían optado por pactar amplios servicios mínimos con la dirección de sus empresas. “No podemos dejar una granja sin servir el pienso porque los animales tiene que comer, pero tampoco podemos quedarnos sin hacer nada después de lo que hemos vivido el domingo”, apuntaba en un bar cercano a una fábrica el conductor de un camión que, pese a todo, poco tuvo que salir ayer a las carreteras. “Los ganaderos suelen ser previsores y solo he hecho alguna salida”, explicaba.
Ayer coincidían en el tiempo el “paro de país”, convocado por la Taula per la Democràcia en repulsa a los actos de violencia policial del domingo, con la primera de las jornadas de huelga sindicatos minoritarios como la CGT, que propugnan mantenerla hasta el día 13 en defensa de la declaración de independencia. Ayer coincidían en los paros desde los independentistas más convencidos, hasta quienes prefieren una solución dialogada que modifique la relación entre Catalunya y España sin que esto se traduzca en la ruptura. Así lo plasmaba José en una frase no exenta de tristeza: “Me siento español y catalán y no quiero tener que elegir. No quiero elegir, pero tampoco quiero que mis hijos tengan que ver a nadie porra en mano pegando a mujeres y ancianos por querer votar . Eso no se lo puedes explicar a nadie y que lo entienda”.
Las cooperativas agrarias también se sumaron de forma prácticamente unánime a las protestas, con un amplio grado de participación. Se dieron casos en los que apenas se hicieron labores de mantenimiento de las instalaciones, desde cámaras a silos, mientras que en otras se atendían solo los pedidos que se consideraban urgentes e inevitables.