ESNOTICIA
Los Bomberos protegen la subdelegación y piden calma
Manifiesto leído por una estudiante y un agricultor
La estudiante de la Universitat de Lleida Laia Muntas y el agricultor de l’Horta Francesc Rosselló leyeron el manifiesto final de la movilización en el que condenaron la represión “política y policial” del 1-O y los abusos de carácter sexual a las mujeres y pidieron la retirada de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Antes, habían mostrado una urna, lo que provocó un estallido de aplausos, y el portavoz de la Federación de entidades culturales de Lleida, Xavier Quinquillà, pidió un minuto de silencio por a las víctimas de las cargas de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Después, dos bomberon subieron al escenario para pedir a los manifestantes que se fueran a casa, pero mayoritariamente se dirigieron hacia la subdelegación del Estado, que estaba protegida por furgonas y agentes de los Mossos d’Esquadra (y antidisturbios de la Policía Nacional en el interior del edificio, que después salieron a la puerta). Los Bomberos rodearon la subdelegación y pidieron de nuevo calma y una retirada pacífica para evitar incidencias. Sí hubo gritos de “habéis pegado a niños y ancianos” o “¿y si fueran vuestras familias?”, pero no hubo incidentes. Ni frente a la subdelegación ni en ningún momento de la marcha.
Concentraciones multitudinarias en los colegios atacadosLos centros de voto del pasado domingo en las que hubo brutales cargas policiales en Lleida, como el CAP de Cappont, el Casal de la Mariola, la EOI o la delegación de Benestar Social se convirtieron ayer en altares improvisados donde los vecinos pusieron flores y notas. En los centros de voto de Cappont y la Mariola también se congregaron cientos de personas y se leyeron manifiestos animando a seguir con las movilizaciones y animando a los asistentes a resistir por su barrio, su ciudad y su gente.