ESNOTICIA
Sólo algunos supermercados y cadenas abrieron
Varios de ellos se vieron obligados a cerrar cuando llegaron los piquetes
El comercio de Lleida vivió ayer una de las jornadas de paro más seguidas que se recuerdan. Las persianas bajadas y las pegatinas de apoyo a la movilización decoraban las calles de la ciudad mientras varios piquetes informativos intentaban convencer a los pocos establecimientos abiertos para que se sumaran a la convocatoria. La mayoría de ellos bajaron sus persianas al ver que se acercaban para posteriormente volver a abrir una vez la marcha hubiera pasado de largo. Pese al carácter pacífico e informativo de la mayoría de los piquetes, muchos comerciantes preferían no arriesgar.
Y es que los leridanos ya podían tener sus compras para ayer hechas hace días, porque era difícil encontrar algún establecimiento abierto o que no estuviera con la mitad de la plantilla de trabajadores en huelga. Supermercados, tiendas de ropa, electrónica, complementos... Establecimientos de todas las clases y tipos amanecieron y anochecieron con sus persianas bajadas. A excepción de alguna gran marca o negocio familiar, que hizo su jornada como un día normal. En el caso de Mercadona, uno de los pocos comercios que no cerraban por la huelga, se llegó a un acuerdo entre la dirección y los sindicatos para establecer unos paros parciales en todas las franquicias entre las 14.00 y las 16.00 a modo de protesta por la actuación policial del domingo y en señal de solidaridad con la huelga general. En el resto de la provincia, el comercio siguió masivamente el paro. En cadenas como Supsa, Unipreus, Carnisseries Carner, BonPreu y Gros Mercat las propias empresas fueron los que decidieron no abrir. En otros establecimientos como Caprabo o Clarel hubo huelga de personal de libre elección. En Mollerussa casi la totalidad de sus tiendas mantuvieron las puertas cerradas, a excepción de las grandes superficies que abrieron a primera hora y cerraron a mediodía. En la comarca de la Segarra el seguimiento fue mayoritario e incluso cerró el macroestablecimiento BonÀrea de Guissona. En su capital, Cervera, como también en la Noguera, salvo bares y cafeterías, el seguimiento del paro por parte de los comercios fue masivo excepto en alguna gran superficie.