EEUU POLÉMICA
Trump se niega a hablar del control de armas tras el tiroteo en Las Vegas
Demócratas exigen al Congreso cambiar su política || El autor de la masacre, que disparó diez minutos, modificó doce armas para convertirlas en automáticas
El presidente de EEUU, Donald Trump, dijo durante su visita ayer al University Medical Center, donde son atendidos muchos heridos en el tiroteo del domingo en Las Vegas (Nevada) que acabó con la vida de 58 personas e hirió a más de 500, que no hablará sobre “la violencia de las armas”.
Durante la campaña electoral de 2016, Trump recibió el apoyo de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el mayor grupo de presión (“lobby”) contrario al control de armas de fuego en EEUU y que destina millones de dólares a proteger la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho a portar armas.
Por su parte, el partido Demócrata estadounidense acusó al Congreso de haber “fallado” al pueblo y exigió cambios en la legislación que regula el acceso a las armas en el país.
“Este Congreso ha fallado a la gente. ¿Cuántos cadáveres son necesarios para despertar al Congreso?”, preguntó el congresista por el estado de Maryland Elijah Cummings. En un emotivo discurso, el demócrata recordó matanzas en el país a lo largo de la historia y rememoró los asesinatos del presidente John Fitzgerald Kennedy (1963) y el líder afroamericano Martin Luther King (1968), todos ellos causa, según dijo, de la política de control de armas de Estados Unidos.
Asimismo, el autor del tiroteo del domingo en Las Vegas modificó doce de sus armas para convertirlas en automáticas y estuvo disparando entre 9 y 11 minutos, revelaron las autoridades. El presidente sostuvo que desconoce si el autor del tiroteo tenía algún tipo de vínculo con el grupo yihadista Estado Islámico. “No tengo ni idea”, dijo.
Además, Marilou Danley, la pareja del autor de la matanza en Las Vegas y declarada “persona de interés” para la investigación, regresó a EEUU procedente de Filipinas, su país natal.
Por otra parte, el magnate cree que la deuda de Puerto Rico tendrá que ser liquidada, según indicó durante su visita a la isla para evaluar la devastación causada por el huracán María. La quiebra de Puerto Rico, con una deuda impagable de cerca de 70.000 millones de dólares, está considerada la mayor bancarrota de un territorio bajo jurisdicción de EEUU.