ESNOTICIA
La reacción estatal a la crisis en Catalunya divide a los socialistas
El desafío soberanista catalán y si optar por el diálogo o la mano dura dividen al partido socialista. La dirección del PSOE decidió ayer que esperará a que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, comparezca el martes en el Parlament para convocar a los líderes territoriales para componer una posición común sobre las medidas que el Estado debe aplicar si hay una declaración unilateral de independencia. El jueves, históricos del partido que ocuparon cargos de relevancia en los últimos años dirigieron una carta abierta a Pedro Sánchez, en la que piden que tome las “decisiones precisas” para colaborar en la restauración del orden constitucional, y le criticaron su insistente apelación al diálogo. También, el exministro de Defensa José Bono aseguró que su prioridad es que “España gane” el conflicto independentista y no que el PSOE “gane o pierda las elecciones” y dijo en Televisión Española que en Catalunya “han inoculado el veneno a los niños y los llevan ante los guardias civiles para decirles que son unos hijos de puta”.
La posibilidad de que el Gobierno central suspenda la autonomía mediante el artículo 155 de la Constitución es uno de los puntos de división más importantes. Extremadura y Aragón, en manos de Guillermo Fernández-Vara y Javier Lambán, apuestan abiertamente por esta medida. También está cercana a esta línea la federación manchega y el gobierno asturiano, pero no el liderazgo regional del partido que apoya sin fisuras la estrategia diseñada por la dirección de Pedro Sánchez, que se caracteriza por apoyar la defensa del Estado de Derecho, sin por ello dejar de criticar al Gobierno. En el extremo contrario se encuentra el PSC, mientras que la federación andaluza y la valenciana se muestran prudentes y no se decantan.