Independencia a plazos para buscar el diálogo

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, asumió ayer en el Parlament los resultados del 1-O y el mandato de que “Catalunya se convierta en un estado independiente en forma de república”. Aunque, acto seguido, propuso al Parlament que suspenda unas semanas la declaración para dialogar con el Gobierno central.

El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, aseguró ayer en su comparecencia ante el pleno del Parlament que, con los resultados del referéndum del 1-O en la mano Catalunya “se ha ganado ser un estado independiente, ser escuchada y respetada”. Defendió que el 1 de octubre supuso “un antes y un después” y afirmó que “llegados a este momento histórico, y como president de la Generalitat, asumo, al presentarles los resultados del referéndum ante todos ustedes y ante nuestros conciudadanos, el mandato de que el pueblo de Catalunya se convierta en un estado independiente en forma de república”. No obstante, acto seguido planteó suspender la declaración de independencia en aras del diálogo. Propuso, en su nombre y en el del Govern, que “el Parlament suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas emprendamos un diálogo sin el cual no es posible una solución acordada”. “Creemos firmemente que el momento pide, no solo una desescalada en la tensión sino, sobre todo, la voluntad clara y comprometida para avanzar en las demandas del pueblo de Catalunya a partir del resultado del 1 de octubre; resultados que debemos tener en cuenta de manera imprescindible en la etapa de diálogo que estamos dispuestos a abrir”, subrayó, e incidió en que han llegado “desde todos los rincones del planeta” llamamientos al diálogo y a la mediación, y que es el momento de que la Generalitat y el Gobierno central los atiendan. “Hay un ruego de diálogo que recorre Europa. Porque Europa ya se siente interpelada sobre los efectos que puede tener una mala resolución de este conflicto. Todas estas voces merecen ser escuchadas y todas nos han pedido que abramos un tiempo de diálogo y, por responsabilidad y respeto, lo hago”, señaló.

Puigdemont afirmó que se trata de un gesto de responsabilidad y generosidad para intentar un nuevo diálogo con el Gobierno central. “El conflicto entre Catalunya y España se puede resolver de manera serena y acordada, y por nosotros no quedará”, señaló, y, en castellano, se dirigió al Ejecutivo estatal. “Al Gobierno español le pido que escuche, ya no a nosotros si no quiere, sino a quienes abogan por la mediación y a la comunidad internacional, y a los millones de ciudadanos de toda España que le piden que renuncie a la represión y la imposición”, dijo, y también solicitó a la Unión Europea “que se implique a fondo”.

Defendió la validez del referéndum pese a las “porras” que hubo contra los ciudadanos, en alusión a las cargas policiales. “Es la primera vez en la historia de las democracias europeas que una jornada electoral se desarrolla en medio de violentos ataques policiales contra los votantes”, señaló, y consideró que “el objetivo no era confiscar urnas y papeletas, era provocar el pánico generalizado y que la gente, viendo las imágenes, se quedara en casa”. “Pero les salió el tiro por la culata”, concluyó.