Crece la presión soberanista para que Puigdemont active la independencia

ERC, la CUP e incluso sectores del PDeCAT se sumaron ayer a la demanda formulada por la ANC al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, de que aplique la declaración de independencia de Catalunya que dejó en suspenso el martes en el Parlament, después de que el Gobierno central haya dejado claro que rechaza cualquier mediación.

El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, mantuvo ayer reuniones durante todo el día en el Palau de la Generalitat con sus consellers, dirigentes del PDeCAT, ERC, la CUP, ANC y Òmnium para preparar la respuesta al requerimiento del Gobierno central de que aclare si declaró o no la independencia de Catalunya. El plazo para ello acaba el lunes y, después de que el Gobierno de Mariano Rajoy haya dejado claro que no aceptará ninguna mediación ni tampoco ningún diálogo que no pase por aceptar el marco de la Constitución, a medida que pasan las horas crecen las presiones de partidos y entidades soberanistas a Puigdemont para que active la declaración de independencia que dejó en suspenso el martes para posibilitar una mediación.

Primero fue la ANC, que el jueves pidió activar la DUI, y ayer se sumaron a esta postura, con diversos matices, ERC, la CUP y miembros del PDeCAT. Esquerra, miembro del Govern y de JxSí, afirmó por boca de su portavoz, Sergi Sabrià, que Puigdemont debe contestar a Rajoy asegurando que la independencia “está declarada”. Sabrià insistió en que, para Esquerra, la independencia está “clarísimamente” declarada y que si alguien no lo quiere entender lo explicarán “más claro”. Esta mañana, Oriol Junqueras, líder del ERC, hará una intervención pública en el Consell Nacional del partido. Por su parte, la CUP hizo público que ha enviado una carta a Puigdemont en la que le reclama que responda a Rajoy que se ha proclamado la República catalana. “Si pretenden seguir aplicando el artículo 155, amenazarnos y amordazarnos, que lo hagan con la República ya proclamada”, subraya la misiva. Sectores del PDeCAT también defienden esta vía, a diferencia de Artur Mas (ver desglose). Unos en privado y otros públicamente, como la JNC, su rama juvenil, que respaldó a Puigdemont a la vez que pidió que se active la independencia si la oferta de diálogo es respondida con “un ataque a las instituciones catalanas”.

Según diversas fuentes, Puigdemont no tenía previsto decidir ayer, sino que lo hará tras oír a todos los representantes soberanistas y no contestará a Rajoy hasta el mismo lunes.

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El expresident de la Generalitat Artur Mas advirtió ayer por la mañana que ni la CUP ni la ANC presiden el Govern y que quien tiene que decidir cómo responde al requerimiento del Gobierno central es Puigdemont. Mas se manifestó en este sentido a TV3 después de que la CUP hiciera pública su carta a Puigdemont en la que le pide la proclamación de la república catalana, como hizo el jueves la ANC. “Cada uno hace su papel, pero ninguno de ellos preside el Govern. Cada uno presionará, pero hay un Govern y un president que tienen que tomar las decisiones. Quien decide es el Govern”, subrayó. Mas admitió que la convocatoria de elecciones en Catalunya se planteó en algún momento como una opción posible y se mostró convencido de que estas acabarán llegando, pero precisó que la principal “batalla” del Govern es conseguir que sean de carácter constituyente. Al respecto, indicó que hay un “factor nuevo” que evidenció el 1-O: “la violencia del Estado”, que podría volver a repetirse. “Son capaces”, afirmó. Por otra parte, negó que haya planteado presentarse él a unas elecciones, aunque sí le gustaría ejercer un cargo de representación en el exterior en una república catalana, lejos de las funciones ejecutivas. “Si creemos que la independencia es simplemente proclamar la república es que no conocemos la realidad”, sentenció, añadiendo que Catalunya se enfrenta a un hueso duro de roer y que cuesta mucho incidir en la opinión internacional. Asimismo, pidió que no se cuestione el compromiso de los líderes soberanistas porque se enfrentan a penas de cárcel, inhabilitaciones y multas, y consideró que los plazos “no son la mejor compañía porque ponen mucha exigencia”.