Los atentados de Mogadiscio dejan ya 315 muertos

Los equipos de emergencia, ayudados por más de 500 soldados del Ejército somalí, continuaban ayer las tareas de rescate para tratar de encontrar supervivientes entre los escombros de los edificios destrozados por los atentados del sábado en Mogadiscio, cuyo último balance de muertos ascendía ya a 315, atribuidos por Al Shabab, filial de Al Qaeda en el país.

Las familias se agolpaban en las zonas cercanas a las explosiones y en los hospitales con la esperanza de encontrar entre los más de 400 heridos a seres queridos desaparecidos tras el atentado, o al menos poder identificar sus cadáveres. “Casi todas las víctimas heridas tienen serias heridas, el horror es indescriptible”, narraba una enfermera.

Tras las condenas de la comunidad internacional, países como Kenia, Yibuti, Etiopía o Turquía atendieron el ruego del Gobierno somalí de ayuda médica para atender a los heridos del que ya es el mayor atentado terrorista ocurrido en Somalia.

Según analistas locales, los problemas internos del Gobierno y sus distanciamiento con la cúpula del Ejército han permitido a Al Shabab recuperar su capacidad de atentar a gran escala.