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El PP pide al PNV que no coquetee con el desacato en su posición en Cataluña
Después de la declaración conjunta que hicieron PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos, de rechazo al ingreso en prisión de los presidentes de Òmniun Cultural y de la ANC
El portavoz del PP en el Parlamento Vasco, Borja Sémper, ha reclamado hoy al PNV que "no se deje arrastrar por EH Bildu" en su posición en torno a lo que está ocurriendo en Cataluña y que no "coquetee con el desacato y el incumplimiento de la ley".
Sémper, en una comparecencia hoy en Vitoria ante los medios de comunicación, se ha referido a la declaración conjunta que hicieron ayer PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos en la que expresaban su "alarma y rechazo más absoluto" al ingreso en prisión de los presidentes de Ómniun Cultural y de la Asamblea Nacional Catalana.
Los tres partidos consideraron que estos encarcelamientos se produjeron "por motivos políticos" y exigieron la "inmediata puesta en libertad" de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez.
A juicio del portavoz popular, el pronunciamiento de ayer fue un hecho "extraordinariamente grave", porque supone un "intento de condicionar" a un juez en un Estado de Derecho en donde "las resoluciones judiciales se acatan".
Sémper ha animado a los dirigentes políticos que ayer presentaron este manifiesto a que vayan al País Vasco francés y allí pinten y llenen de pegatinas un coche de la Policía francesa y se suban a él con un megáfono y que luego "dialoguen" con los agentes.
Ha insistido en que este tipo de pronunciamientos son un "disparate" que "se puede esperar" de EH Bildu y Podemos, pero no se puede "tolerar" por parte del partido que sustenta al Gobierno Vasco.
El portavoz del PP en el Parlamento Vasco ha pedido al PNV que "vuelva a la sensatez, al orden y al equilibrio" porque, ha dicho, de su posición depende que el riesgo de "contagio" a Euskadi de la situación que atraviesa Cataluña se materialice.
Por último, ha advertido de que EH Bildu está intentando envolver la política vasca en una estelada y que el contagio de la situación política catalana provocaría un "enrarecimiento" de la política vasca.