Papá, ¿por qué viene la policía?

Las familias con hijos han tenido que hacer frente en las últimas semanas a un mar de preguntas de los niños sobre la situación política en Catalunya que no siempre son fáciles de responder. Algunos menores vivieron la violencia policial del 1-O en primera persona, otros la vieron en imágenes, oyeron comentarios en el colegio, salieron con sus padres en alguna de las manifestaciones u oyen la cacerolada noche sí, noche también. A todo ello se le suma el hecho de que los menores son “extremadamente sensibles” al malestar de los adultos, según los psicólogos leridanos consultados por este diario. ¿Cómo puede afectarles psicológicamente todo ello? ¿Cómo hay que responder a sus preguntas? ¿Hay que aislarles de las noticias o hay que darles toda la información? ¿Cómo podemos protegerles? Son algunas de las preguntas que se formulan padres y educadores y que no tienen una respuesta fácil.

“La forma de explicar a los niños todo lo que está pasando dependerá de cómo lo vivimos los adultos”, afirmó Anna Salazar, psicóloga especialista en emergencias y traumas del Orum Center. Como principal consejo, “hay que adaptar el lenguaje en función de la edad, ser claros, concisos, no sobreinformar, ni generalizar cayendo en el papel de buenos y malos”, afirmó. “Una situación que para un adulto puede ser difícil de superar, para un niño puede llegar a ser traumática según cómo la viva”, añadió. “Tampoco hay que contestar a todas las preguntas que hacen los niños. Los adultos también podemos responder con un ‘no lo sé’”. Según Salazar, hay que tener muy en cuenta la edad del menor y qué necesita saber. “Si les damos más información de la que piden, les generamos más angustia”.

Normalizar el día a día y disfrutar del tiempo de ocio con los niños es clave para aliviar su inquietud

“Hay que decirles siempre la verdad, no soy nada partidario de engañar a los niños”, afirmó por su parte Oriol Verdú, presidente del Colegio de Psicólogos de Lleida. “Es muy importante que los niños puedan hablar de lo que les preocupa y como adultos debemos saber escucharles y contestar de forma adecuada, con ejemplos didácticos”, afirmó. “Tras hablar del tema, también hay que buscar una distensión y para ello es imprescindible normalizar el ocio”, añadió. “Los adultos debemos ser conscientes de que las emociones se transmiten, por lo que tenemos que poder hablar de lo que sea pero, después, saber desconectar y disfrutar del parque con los niños”.

¿Hay que proteger a los niños frente a la situación política actual?

Protegerles sí, pero no engañarles. Hay que hablarles de forma clara, adaptar el mensaje a su edad y proporcionarles la información que necesitan, contextualizándola.

¿Qué pasa con los que vivieron la violencia en primera persona?

Tienen que poder hablar de lo que les preocupa. Si ven a los padres nerviosos, ellos lo notan.

¿Cuáles serán las señales de alarma?

Insomnio, angustia, temores nocturnos... En estos casos es recomendable acudir a un profesional.

¿Deben seguir las noticias los menores?

Depende de la edad. En todo caso, los adultos debemos ayudarles a contextualizarlas, porque no pueden entender todo lo que pasa ni tienen capacidad para relacionar.

¿Es buena idea aislarles?

No, porque en un momento u otro oirán hablar del tema. Además, si los padres están preocupados, ellos lo perciben. Es mejor explicarles por qué.

¿Pueden afectarles psicológicamente las imágenes violentas?

Sí, las imágenes de violencia siempre duelen. En según qué edades, mejor evitarlas.