Puigdemont insiste en su apuesta por una lista unitaria

Carles Puigdemont está decidido a no tirar la toalla y mantiene su llamamiento a confeccionar una lista unitaria del independentismo de cara a las elecciones del 21 de diciembre. Tras la negativa de Esquerra, con su exigencia inalcanzable de sumar a la CUP, insiste en que existe la posibilidad y apuesta por sumar a la sociedad civil independentista en las candidaturas. Desde su partido se acepta esta apuesta por la unidad y se ha suspendido el consell nacional que el PDeCAT iba a celebrar mañana sábado para aprobar las listas electorales, que en el caso de Lleida está previsto que encabece el alcalde de Mollerussa, Marc Solsona, como avanzó SEGRE. La reunión se ha aplazado al miércoles dos días antes de que el viernes concluya el plazo oficial para que los partidos presenten candidaturas. El martes se terminó el plazo para registrar coaliciones electorales, pero Puigdemont insiste en que hay “alternativas” en la lista unitaria. En una entrevista en la televisión flamenca, apuntó la posibilidad “de agruparse con la sociedad civil”.

Podría ser a través de una agrupación de electores, un conjunto de ciudadanos que se asocian temporalmente con el único objetivo de presentar una candidatura electoral y es necesario recoger firmas de al menos un uno por ciento de los inscritos en el censo electoral en la circunscripción correspondiente, lo que requeriría reunir 55.000. En caso de articular una lista unitaria soberanista con esta fórmula no se recibiría financiación para la campaña electoral, no se tendría acceso a los debates electorales ni a los espacios de propaganda.

Una agrupación de electores requiere 55.000 firmas, pero no tiene derecho a subvenciones

Entretanto, Carles Puigdemont ha anunciado la creación de una “estructura estable” para “coordinar las acciones del Govern” desde Bélgica, que defiende “legítimo” y que se marca como “hoja de ruta” la victoria del independentismo el 21D y la libertad de los “presos políticos”. Denuncia “la decadencia democrática del Estado español, así como de los abusos de una Unión Europea que ha tolerado, e incluso amparado de forma vergonzosa, las actuaciones represivas españolas”.