JUICIO ABUSOS
Policías avalan que la víctima de la violación de ‘La Manada’ no fingió
Declaró al juez que no puso más resistencia al encontrarse en estado de“shock”
Jesús Pérez Pérez, abogado de uno de los cinco acusados.
Los cuatro agentes de la Policía Municipal de Pamplona que atendieron a la joven madrileña de 18 años que denunció una violación grupal en los Sanfermines de 2016 ratificaron ayer que la actitud de la chica no les pareció fingida.
Según dijo a los periodistas al término de la tercera sesión del juicio el abogado de la acusación, Miguel Ángel Moran, no hubo contradicciones en la declaración de estos agentes, que testificaron durante dos horas y media.
Las redes, indignadas por la aceptación de un informe de unos detectives que siguieron a la chica
Esta es la tercer jornada del juicio que se sigue en Pamplona contra los cinco integrantes de un grupo de jóvenes sevillanos, que se autodenominaban “La Manada”, acusados de violar repetidamente a la joven y de grabar y difundir las imágenes de su acción. El abogado de la víctima se mostró “satisfecho” tras el desarrollo de la sesión del juicio.
La joven, que declaró el martes, afirmó que en ningún momento se trató de una relación consentida y, a preguntas del abogado de uno de los denunciados sobre por qué solo presentaba lesiones leves tras la agresión, dijo que si no opuso más resistencia física fue porque entró en “estado de shock” y solo pensaba en que aquello acabara cuanto antes.
Ahora, la polémica continúa y se ha extendido también a las redes sociales, con numerosas muestras de rechazo por haber admitido el tribunal un informe de unos detectives que siguieron a la chica días después de la violación. El informe cuestiona la gravedad del incidente basándose en que la chica parecía hacer vida normal. Una información que las redes criticaron profundamente por cuestionar que la chica rehiciese su vida tras la agresión, por ejemplo yendo a la universidad como le recomendó su psicóloga.
Hoy están llamados a declarar tres testigos: el portero de un hotel, una vecina del portal número 5 de la calle Paulino Caballero, donde ocurrieron los hechos, y la persona que encontró el móvil de la joven que uno de los acusados, un guardia civil, reconoció el primer día de juicio que le había “sustraído”.
