Se entrega el atracador que tenía rehenes en un banco de Madrid
Liberó clientes retenidos durante una hora hasta salir con el director encañonado
El atracador que ha irrumpido esta mañana en un banco del distrito madrileño de Usera y ha estado dentro aproximadamente una hora con varios rehenes se ha entregado sin que en el incidente se hayan registrado heridos. Fuentes policiales han confirmado a Efe que el hombre se ha entregado sin violencia tras una hora de negociación con la Policía y los cuatro o cinco rehenes han salido de la sucursal sin incidentes.
El atracador había entrado sobre las 09.50 horas en una sucursal de Bankia de la calle Dolores Barranco con un arma de fuego y había amenazado al director y los empleados, a los que ha obligado a permanecer en el interior, con las persianas que dan a la calle bajadas.
El atracado ha estado una hora atrincherado con rehenes y ha ido liberándolos durante una hora, hasta que se ha quedado solo con el director, al que ha encañonado al salir a la calle, donde ha tirado el arma y ha sido detenido.
Fuentes de la Jefatura Superior de Policía han detallado a Efe que el arrestado, español de 55 años, tiene antecedentes policiales y según las primeras pesquisas padece problemas psicológicos.
Ha entrado armado sobre las 09:50 horas en la sucursal de Bankia ubicada en la calle Dolores Barranco con Rafaela Ybarra con una pistola de aire comprimido, pero modificada para disparar, y ha obligado a los seis empleados y clientes que había a permanecer en el interior, con las persianas de la calle bajadas.
Un equipo de negociadores de la Policía Nacional ha acudido y ha comenzado a hablar con él, logrando que dejara salir a los rehenes poco a poco.
Sobre las 10.45 estaba solo con el director y ha accedido a salir, aunque encañonando al trabajador con la pistola en la cabeza, según se ve en un vídeo grabado por una vecina al que ha tenido acceso Efe.
En el vídeo se ve al atracador con una chaqueta de camuflaje y al director del banco con traje de chaqueta, agarrado por el cuello y con la pistola en la cabeza, mientras ambos salen unos metros de la sucursal. A continuación tira la pistola al suelo y la Policía le detiene.