Catalá dice que jueces y fiscales sopesan dejar Catalunya por "presión social"
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha advertido este jueves de que le constan "las tensiones que están viviendo" jueces y fiscales en Catalunya, que ellos mismos le transmiten, y "la voluntad de muchos de pedir traslado porque consideran que no pueden ejercer su trabajo en condiciones normales" por la "presión social". Rafael Catalá ha realizado estas manifestaciones a los periodistas en el Centro de Estudios Jurídicos tras inaugurar las jornadas anuales de secretarios coordinadores provinciales del Cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia.
"En el último mes he participado en congresos que han celebrado las asociaciones de jueces y de fiscales y en todas ellas siempre he hecho la consideración del reconocimiento, el apoyo y la solidaridad a todos los jueces y fiscales que desempeñan una labor ciertamente compleja en nuestro país y muy particularmente a los que prestan servicios en Cataluña", ha comenzado indicando. Ha añadido que los jueces y fiscales destinados en Catalunya "están viviendo una situación anómala en la que existe una gran presión social" en el contexto del proceso independentista.
"Están siendo objeto en ocasiones de amenazas, de escraches y manifestaciones ante las sedes judiciales con una intención de coaccionar e intentar hacerles cambiar sus decisiones que no pueden ser otras más que las que corresponden de acuerdo con el derecho y con la ley que es lo que hacen siempre cada día los jueces y fiscales", ha comentado el titular de Justicia.
Catalá ha agregado: "Ante una situación como esta yo creo que todos los demócratas tenemos que transmitirles nuestra solidaridad, nuestro apoyo y que sepan que tienen a su lado en este caso al Ministerio, al Consejo General del Poder Judicial, a la Fiscalía y en última instancia al conjunto de la sociedad española". "Es intolerable que estemos viviendo una situación de tensión social y de conflictos y que haya grupos políticos que en vez de promover el consenso, el diálogo, la convivencia y la tolerancia, lo que estén intentando implantar es justo lo contrario, la intransigencia, las amenazas y las coacciones a los discrepantes", ha concluido el ministro.