ENTREVISTA CATALUNYA EN COMÚ-PODEM
«No puede sacarnos del bloqueo quien nos ha conducido a él»
Xavier Domènech encabeza la lista por Barcelona de CatComú-Podem, la formación que sucede en estos comicios a la coalición Catalunya Sí que es Pot. Si estos se quedaron solos en su defensa de un referéndum pactado con el Estado, ahora la “multilateralidad” forma parte también de las principales formaciones independentistas. Es algo que satisface a Domènech, aunque señala que quienes han conducido a Catalunya al bloqueo no pueden revertir esta situación. Ahora espera obtener representación por Lleida en el nuevo Parlament.
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«No puede sacarnos del bloqueo quien nos ha conducido a él»
La polarización entre partidarios de la independencia y contrarios a ella marcó el 27-S y sigue con más encono. ¿Cómo les afecta?
El marco plebiscitario ya no es el mismo. Insisten en el plebiscito desde Cs, un partido que se alimenta de la polarización política; y también los partidos que han gobernado hasta ahora tienen esa pulsión. Sin embargo, y después de todo lo que ha pasado, debería abrirse un debate más profundo sobre el futuro de Catalunya. Nosotros creemos que estas no son unas elecciones plebiscitarias ni deben serlo. Además estamos en una situación mucho más dura que en 2015, con electos en prisión y la suspensión del autogobierno.
¿Cree que la crispación política deja margen para plantear debates más amplios en campaña?
No se trata solo de plantear temas diferentes. La primera cuestión que deberá tratar el nuevo Parlament es cómo salir de este gran bloqueo. Cómo recuperar el autogobierno; cómo restablecer un debate político normalizado, no judicializado, y cómo romper con unas políticas de unilateralidad que nos han llevado a este callejón sin salida.
«Es una paradoja decir que España es irreformable y querer pactar con ella la independencia»
La ‘multilateralidad’ es ahora parte del discurso de ERC y PDeCAT.
Ahora mantienen posiciones opuestas a las que defendían. Si este ejercicio de honestidad sobre la situación real que se vivía y sobre las posibilidades reales de lo que se proponía se hubiera hecho antes, nos hubiéramos ahorrado este callejón sin salida. Es bueno que rectifiquen, se acercan a nuestras posiciones y estaría bien que esta sinceridad se mantuviera en campaña. Luego está la duda más que razonable sobre si quienes nos han metido en esta situación pueden sacarnos de ella.
Han recibido críticas tanto del independentismo como de quienes defienden la unidad de España.
Nosotros siempre hemos defendido lo mismo, los cambios radicales se han dado en otros espacios políticos. Hay quien dice que no nos definimos, pero son otros los que han cambiado su “hoja de ruta” cada varios meses, mientras que el PSC pasó de defender un referéndum pactado a dejar de hacerlo. Que nuestras propuestas no interesen a la Generalitat o a partidos estatales no es ambigüedad, es presentar alternativas.
«Nosotros siempre hemos defendido lo mismo, los cambios radicales los han hecho quienes nos llaman ambiguos»
En vuestra formación las diferentes corrientes son muy visibles. ¿Diluye eso su mensaje?
Somos diversos y eso forma parte de nuestra riqueza. Es algo que puede favorecer la reconciliación tras todo lo vivido. Puede parecer dispersión, pero no lo consideramos así.
¿Cómo han cambiado desde las candidaturas de CSQP?
CSQP fue una buena herramienta en un momento de urgencia. Ahora estamos construyendo un espacio político nuevo más allá de una coalición.
«Defendían un ‘full de ruta’ que acabó convirtiéndose en ‘fuig de ruta’»
Dos partes no pactan si una no quiere. ¿Hay opciones reales de un referéndum pactado?
Sí, las hay. Sin embargo, exige un cambio previo en Catalunya. Se había dicho que aquí no podía haber cambio hasta consumar una hoja de ruta (que ha acabado siendo “fuig de ruta”). Eso reducía las posiciones a defender la independencia o bien el statu quo, y era lo peor que podía hacerse. La potencialidad y el anhelo de cambio en Catalunya son enormes, pero requieren más que responder a una pregunta. Reducirlo solo a “sí” o “no” es negarnos a nosotros mismos la posibilidad de establecer grandes mayorías. A partir de ellas, hay que elaborar una propuesta de país y esta debe incluir un referéndum pactado, pero no hay que esperar a votar para empezar a construir. La acción social debe estar en el centro de la agenda política. No se puede construir un país si parte de él tiene la sensación de que se le deja atrás, debe hacerse desde la cohesión social.
¿Y en cuanto a la relación con el Estado para hacerlo posible?
Los partidos en el Govern partían de la idea de que España es irreformable y, por lo tanto, no vale la pena esforzarse en cambiarla. Esto tenía un componente paradójico: afirmar que no puedes acordar un referéndum con España y querer negociar con ella la independencia. En lugar de eso, habría que plantearse cómo volver a convertir Catalunya en la vanguardia del cambio en el Estado. Lo peor que le ha pasado a Catalunya es perder la voluntad de serlo, incluso para el independentismo ha demostrado ser un cul de sac.
No lograron representación en el Parlament por Lleida en 2015.
Intentaremos lograr un buen resultado en Lleida. Durante la campaña de las generales, llenamos la sala donde organizamos un mitin en Tàrrega en pleno puente festivo. En ese momento ya dije que Jaume Moya sería diputado. Además, algo que ha quedado aparcado en los últimos años es la construcción de Catalunya desde el territorio. Un buen comienzo para hacerlo son los acuerdos del Manifest de Vallbona.