Xavier Quinquillà: «Esta España desafina mucho»

Mientras hacemos esta entrevista [el pasado jueves], decenas de miles de catalanes se manifiestan en Bruselas. Qué campaña más rara.

Estamos ante unas elecciones excepcionales que precisan respuestas excepcionales. Nuestro president está en el exilio y varios candidatos, en prisión. La internacionalización del procés es fundamental porque la solución final pasará inevitablemente por el tablero europeo.

No parece que Europa se haya mojado mucho hasta ahora.

Existen dos Europas. La de los estados, que quiere que las cosas no cambien, y la de los medios de comunicación y la opinión pública, que desde el 1 de octubre mira qué ocurre en Catalunya. Nunca los ojos de Europa habían estado tan atentos a lo que hacemos como ahora.

La música está muy presente en el procés. Se han hecho virales las interpretaciones al piano de Bernat Solé y Toni Comín en Bruselas. Como director general del Orfeó Lleidatà, ¿a qué políticos acogería en un coro?

A todos los que entonen los acordes de la democracia. Es básico para no desafinar.

¿España desafina?

Mucho. Tiene miedo a resolver la cuestión catalana a través de las urnas. Quiere reprimir con el miedo. Pero no lo conseguirá. A los catalanes no nos va a amedrentar la represión. Incluso hemos contribuido a dinamizar el sector textil como respuesta a la increíble prohibición del color amarillo.

Hablando de afinaciones. Puigdemont dice que España es muy valiente cuando la Fiscalía le afina y mucho menos cuando no lo hace.

España debería recapacitar sobre su modelo judicial, con unos delitos que no están tipificados o tienen penas muy inferiores en las democracias europeas.

¿Acabará el 155 con 20 años de defensa del arte del Museu?

Quieren humillarnos. Ahora es el arte y luego serán las escuelas, los medios de comunicación, los Mossos... Dicen que quieren llevarse el arte de Sigena porque se les ha acabado la paciencia, pero el que está en el Prado o en Toledo ni siquiera lo reclaman.

Su hija está acabando Primaria. ¿Qué país espera que tenga dentro de veinte años?

Uno en el que se tenga que luchar para conseguir una sociedad mejor, como en todas partes, pero no para que se respeten derechos básicos como la justicia, la libertad de expresión o la propia democracia.