REPORTAJE
Menos voto por correo, más extranjero
El 21-D habrá menos voto por correo que en las elecciones al Parlament de 2015, tanto en Lleida como en toda Catalunya. Sin embargo, crecerá el sufragio leridano desde el extranjero. Los plazos para acogerse a estas modalidades de votos ha concluido mientras se propagan rumores de supuesto fraude electoral.
La información disponible sobre el proceso electoral deja poco o ningún margen a los temores sobre un hipotético fraude electoral difundidos a través de las redes sociales. Uno de los más populares habla de censos “hinchados”, cuando apenas han variado desde 2015. Ha aumentado en 130 personas en Lleida y en 43.185 en toda Catalunya, una diferencia apenas significativa cuando son 5.553.983 los llamados a votar. Otros rumores que apuntan a un “pucherazo” se basan en personas que han recibido en sus casas tarjetas censales de votantes que no viven allí. De ellas nació el temor a que personas que se hacen pasar por residentes en Catalunya intenten alterar el resultado electoral mediante el voto por correo. Quienes alertan sobre este hipotético engaño instan a acudir a los ayuntamientos para verificar si las personas que figuran en las tarjetas están censadas en el municipio.
En Lleida, ERC ha puesto en alerta a sus alcaldes y concejales y les insta a denunciar posibles irregularidades en el censo; mientras que PDeCAT ha hecho también indagaciones entre sus ediles. Ninguno ha constatado hasta ahora ningún caso sospechoso de fraude y apuntan que sería difícil en las comarcas leridanas, donde predominan municipios con poca población. En el conjunto de Catalunya, alguna de las tarjetas censales objeto de sospecha resultaron ser de antiguos inquilinos de la vivienda donde fueron enviadas.
Ni ERC ni PDeCAT han detectado hasta ahora ningún caso sospechoso de fraude en los censos
Otro motivo de preocupación ha sido la contratación de Indra, investigada por supuesta financiación ilegal del PP, para el tratamiento y comunicación de los resultados. No obstante, son las mesas las que llevan el recuento, mientras que los interventores y apoderados pueden verificar los resultados.