LA CANDIDATAERC
Meritxell Serret: «Ni siquiera podré votar. En estas elecciones nos lo jugamos todo»
Extraña campaña para la número 1 de ERC por Lleida, Meritxell Serret. La consellera de Agricultura cesada sigue en Bruselas “para internacionalizar el conflicto”. El día 7 se dio un baño de masas y sintió “que no nos habían olvidado”. El día 21 ni siquiera podrá votar, pero “la sociedad catalana se mantendrá firme”.
¿Si le digo que en el avión he coincidido con un señor de 90 años de Vallfogona de Balaguer, ¿qué piensa?
Me emociono. Es Josep, un vecino de toda la vida. Sentir el apoyo de mi gente me ayuda a sobrellevar la situación. El 7 de diciembre lo recordaré como el día en el que me di cuenta de que nadie nos ha olvidado, que sigo siendo una vecina de Vallfogona a pesar de la distancia. Ver a una persona tan mayor como Josep tan lejos de su casa, o a mi hermano, que aún no había podido venir a Bruselas, fue algo muy especial.
¿Que la número 1 de ERC por Lleida y el número 1 de JuntsxCat por Barcelona estén a 1.300 kilómetros de sus colegios electorales les une más de lo que les separan sus programas electorales?
Los cinco miembros del Govern que estamos aquí hacemos mucha piña. Sin duda, hay más cosas que nos unen de las que nos separan. No nos sentimos contrincantes. Tenemos claro que buscamos un mismo objetivo: devolver la democracia a Catalunya, devolver la dignidad a sus instituciones, acabar con la opresión que sufre la ciudadanía. Vamos todos a una en este sentido. Tenemos que ganar para demostrar al mundo que a pesar de la persecución judicial, la cárcel y el exilio, queremos seguir adelante.
¿Qué se vota el 21-D?
Nos jugamos un modelo de convivencia. Espero que la gente del Comú lo entienda, visto cómo está actuando el Estado español. No se puede ser imparcial con los valores democráticos y la libertad de expresión. Tampoco entiendo la complicidad del PSC. ¡Es todo tan irracional! ¿Cómo se puede apoyar ser perseguido judicialmente por un tuit o por llevar un lazo amarillo?
¿La clave es superar el 50% de los votos?
Si el bloque independentista supera el 50% de los votos será una gran victoria. Revalidar el resultado del 27-S teniendo en cuenta que Puigdemont está en Bruselas y Oriol Junqueras en la cárcel ya sería un gran resultado, así que si sacamos más del 50% de los votos querrá decir que nadie se ha echado atrás, al contrario: significará que ni la represión ni la persecución nos han hecho abandonar nuestro objetivo.
¿Si las estructuras de Estado existían, eran lo suficientemente fuertes para crear una república?
Existían, y si no nos hubieran amenazado con utilizar la violencia todo habría seguido adelante.
¿Todavía es posible el diálogo con España?
Con España, seguro. Con el Estado español, que parece dispuesto a todo contra Catalunya, es más difícil. No esperaba que fueran capaces de llegar tan lejos. Y se han frenado porque el mundo les mira con lupa. PP, Ciudadanos y PSOE están nerviosos porque se saben vigilados. Lo de que es un “asunto interno” de España ya no vale. Los que estamos en Bruselas tenemos, sobre todo, la función de dar visibilidad internacional al conflicto. Porque Catalunya está abierta al mundo. Tenemos una sociedad multicultural y una balanza comercial exterior positiva, además de acoger a millones de turistas que nos visitan. Siempre estaremos dispuestos a dialogar y a pactar. Y si es con el arbitraje de la Unión Europea, perfecto.
¿Cómo ha visto desde la distancia que se llevaran las obras originarias de Sigena del Museu de Lleida?
Con una gran impotencia. Me da rabia que se fuercen polémicas con Aragón, que se creen conflictos por interés político. En agosto defendí ante la Unión Europea a los fruticultores aragoneses como consellera de Agricultura porque eran intereses compartidos con los de los payeses leridanos. Sacar por la fuerza unas obras de arte que estaban bien conservadas en un museo es un sinsentido.
Si hace un año le hubieran dicho que el líder de su formación acabaría encarcelado y usted viviendo en Bruselas para no ser detenida, ¿se lo hubiera creído?
Sabíamos que corríamos riesgos, pero desde luego lo que ha pasado nunca lo hubiera imaginado. Partíamos de la idea que vivíamos en un Estado de derecho y, por respeto a la Constitución, a la que siempre apelan, parecía impensable que se saltaran todas las normas.
¿Tiene contacto con Oriol Junqueras?
Lo cierto es que no hablamos desde que me fui y a él lo encarcelaron. Sabemos el uno del otro a través de las personas que van a verlo y nos mandamos escritos. Ambos sabemos que ni la prisión ni el exilio podrán cambiarnos, nos sentimos tan cercanos como siempre.
La Junta Electoral prohíbe el amarillo o que se diga que usted está en el exilio. A la vez, autorizó una manifestación de ultras ante la sede de la CUP. ¿Decisiones judiciales arbitrarias o algo más?
Estas decisiones arbitrarias nos llevan hacia marcos autoritarios. Yo que nací en el 75, cuando murió Franco, no podía imaginarme que viviría estas sensaciones de las que oía hablar a los mayores. Parece que quieren que nos quedemos en casa, que no nos metamos en política. Lo que no han previsto es que la voluntad del pueblo catalán es firme.
¿Le dolió que María Dolores de Cospedal eligiera una granja de Vallfogona de Balaguer para hacer un acto político cuando usted ya estaba en Bruselas?
No sé si lo hicieron a posta, porque han hecho otros actos en esa misma finca. En todo caso, si lo hicieron para molestarme fue al contrario: es todo un honor que lleven a una ministra a mi pueblo para neutralizarme. [Se ríe]
¿Además de la familia, ¿qué echa de menos?
Muchas cosas, muchas. Yo, como el resto del Govern, tenía mi proyecto de vida en Catalunya y ahora ni tan solo puedo votar en las elecciones pese a ser cabeza de lista por Lleida porque no podía personarme a hacer los papeles para votar por correo sin riesgo a ser detenida. Nada es normal. En estas elecciones nos lo jugamos todo. Soy optimista, pese a todo, y creo que si han forzado tanto la máquina es porque tienen miedo. Si el 21-D sacamos un buen resultado, por fuerza deberá haber algún cambio.
nacional-internacional
Expedientan a Junqueras y Sànchez por emitir mensajes políticos desde prisión