PSC ACTOS FINALES
Borrell dice que “llegaremos a las manos” si sigue el 'procés'
El exministro critica los “efectos” del ‘procés’ en la economía || Iceta defiende la “reconciliación” frente a la “revancha” de Cs
El exministro socialista Josep Borrell aseguró ayer que “continuar picando piedra, elegir un Govern que siga haciendo el mismo planteamiento de ‘somos una república’ es una manera de darse cabezazos contra una pared” y que “la economía y la sociedad terminarán sufriendo tanto que acabarán rompiéndose y llegará un día en el que lleguemos a las manos”. Lo dijo en un acto electoral del PSC en el Parador de Lleida, al que asistieron unos 75 empresarios, en el que criticó los costes del procés y aseguró que “los efectos negativos para la economía aún están por venir. “Ante las acusaciones de algunos partidos soberanistas, que aseguran que España es un país “franquista”, Borrell lo rechazó y afirmó que “si fuéramos un Estado franquista, ¿los Jordis hubiesen podido hacer el paseíllo como si fueran toreros a las puertas del tribunal?”. Por su parte, el candidato del PSC por Lleida, Òscar Ordeig, ha explicado que “la política catalana se ha polarizado, entre el inmovilismo de unos y la unilateralidad de otros” y aseguró que “se ha hecho mucho daño a la economía” y que ahora “Lleida es menos competitiva”.
El presidenciable del PSC, Miquel Iceta, lanzó un “último grito” para pedir el voto para su partido, que erigió como la única papeleta que asegura la “reconciliación” real y que “no se divida al pueblo catalán”, en contraste con la “revancha” que propone Ciudadanos. Durante el mitin de cierre de la campaña celebrado en Cornellà, Iceta centró sus críticas en Ciudadanos, que acusó de utilizar la palabra “reconciliación”, como “revancha”. “Cuando hay revancha no hay reconciliación. Cuando hay falta de respeto no hay reconciliación. Cuando se busca la derrota de otros no hay reconciliación”, dijo, que aseguró que la reconciliación que proponen los socialistas es “sincera y genuina”. Por su parte, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero criticó la “falta de solvencia ideológica e intelectual” de los independentistas.