La lista de Puigdemont hereda la hegemonía convergente en Lleida

Ningún sondeo lo vio, pero la lista del president Puigdemont, la candidatura llamada transversal formada por representantes de entidades sociales a medias con políticos, sorprendió y dio al traste con la expectativa de sorpasso de Esquerra en Lleida, que se daba por hecho. Junts per Catalunya logró una mayoría clara de votos y se situó como primera fuerza en Lleida con 77.695 sufragios, a más de 13.000 de la segunda más votada, y con seis de los 15 diputados leridanos en el Parlament. Esquerra, en segundo lugar, se quedó con cinco escaños, lo que implica que la suma de ambos supera los resultados logrados en 2015 bajo el paraguas conjunto de Junts pel Sí que encabezó Artur Mas, cuando el actual PDeCAT y los republicanos lograron diez representantes en Ponent. Ciutadans se hizo finalmente ayer con el tercer diputado de la circunscripción, mientras que PP y CUP cayeron dejando fuera del Parlament a Marisa Xandri y Mireia Boya. De hecho, Junts per Catalunya ganó el pulso en la mayoría de municipios en Catalunya mientras que Ciudadanos, con 37 diputados de 135, dio la campanada en las grandes ciudades, principalmente la costa de Barcelona y Tarragona. La candidatura de Puigdemont, que en Lleida tiene su eco en Josep Maria Forné, mantuvo buena parte del respaldo municipal de la antigua Convergència (CDC), cuando todo apuntaba lo contrario, no solo en Ponent, sino también en Girona.

Por comarcas, se impuso en todas las leridanas salvo en Aran (donde ganó Ciutadans por primera vez) y en la Alta Ribagorça, que cerró la jornada con mayoría repubilcana. La lista del president, sumada a la de Oriol Junqueras (o Forné y Meritxell Serret), logró en Lleida 141.547 votos, un 59% del total, por encima del 55 logrado en 2015, por lo que ambos acapararon ayer el repunte de la movilización de votantes independentistas en perjuicio de la CUP. En el lado opuesto, la candidatura de Ciutadans, encabezada por Jorge Soler, pasó de 26.000 votos en 2015 a 40.000 ayer, por lo que se erigió en catalizador del voto del bloque del 155, mientras que el PP perdió unos 6.000 sufragios y se quedó sin representación. El PSC se mantuvo con un solo escaño, que seguirá ocupando Òscar Ordeig.

El coste de un diputado

Con la elevada participación de ayer, un diputado de Lleida equivale a una media de 16.000 votos, frente a los 12.000 de 2015. En Barcelona, por ejemplo, costó unos 32.300 votos.