Puigdemont, el gran favorito, bajo amenaza de prisión

El calendario postelectoral prevé que la sesión de constitución del Parlament tendrá lugar dentro de poco más de un mes, el 23 de enero. La elección de su presidente será el primer test que avanzará como quedará configurada la mayoría de gobierno. A partir de aquí se iniciará el plazo de diez días en que el presidente o presidenta de la Cámara debe proponer a un candidato a la presidencia de la Generalitat. Teóricamente, Inés Arrimadas, que lidera la formación con más escaños, Ciudadanos, debería ser la primera alternativa. Pero este supuesto aparece como muy improbable al tener ínfimas posibilidades de poder articular una mayoría suficiente de gobierno.

A priori, la opción que aparece como más plausible sería que Carles Puigdemont, candidato de Junts per Catalunya, fuera investido de nuevo como President con el apoyo de ERC y la CUP, o con al menos la abstención de esta última formación, una vez que Esquerra ha visto frustrada la posibilidad de convertirse en la formación hegemónica del independentismo al haber sido superada en escaños y votos por JuntsxCat. El gran problema es que Puigdemont se encuentra en Bélgica para evitar ser encarcelado. En principio, no tiene que haber grandes inconvenientes para que asuma el acta de diputado, ya que el reglamento del Parlament permite hacerlo de forma no presencial. Pero la investidura sería más complicada. Puigdemont anunció hace unos días que acudirá al Parlament si tiene garantizados los 68 votos necesarios para su investidura.No obstante, en ese caso hay pocas dudas de que será detenido en virtud de la orden judicial que le imputa un delito de rebelión, entre otros. También resultaría complicado que el presidenciable de ERC, Oriol Junqueras, pudiera presentarse a una hipotética investidura. Para ello sería necesario que el juez le permitiera salir de prisión, pero el hecho de que su partido haya quedado por detrás de JuntsxCat hace que sus opciones de ser President sean mínimas, dejando al margen la cuestión judicial. Una opción intermedia sería que ambas formaciones pactaran un candidato de consenso que no fuera ni Puigdemont ni Junqueras y no estuviera afectado por cuestiones judiciales.

Las opciones de Arrimadas o de cualquier candidato al margen de JuntsxCat y ERC son casi inexistentes

Cualquier otra alternativa es inexistente, ya que el candidato socialista, Miquel Iceta, ha quedado muy lejos de la veintena de escaños largos que le otorgaban la mayoría de las encuestas y que le permitían presentarse como cuarto en discordia.

A la espera del fin del 155 y de la situación judicial de varios diputados La constitución del nuevo Govern debe poner fin teóricamente a la intervención de la Generalitat por parte del Gobierno central con la aplicación del artículo 155 de la Constitución. No obstante, habrá que ver cuál es la actitud del Ejecutivo del PP si la mayoría soberanista mantiene su proyecto de avanzar hacia una Catalunya independiente.