ELECCIONES
Triunfo estéril de Cs frente a una mayoría soberanista en la que la CUP ya no es vital
Arrimadas tiene casi imposible lograr el apoyo necesario para gobernar || En cambio, JuntsxCat y ERC sí podrían hacerlo con sus 66 escaños si los cupaires se mantienen al margen al sumar los demás 65
Ciudadanos se convirtió ayer en el primer partido no nacionalista que gana unas elecciones al Parlament tanto en votos como en escaños. Sin embargo, esta victoria de la formación encabezada por Inés Arrimadas parece estéril, ya que sus posibilidades de gobernar son muy escasas, por no decir nulas. Con 37 diputados, 12 más de los que tenía, precisa del apoyo de al menos otros 31 para garantizarse el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara, y los otros dos partidos que apoyaron la aplicación del 155, PSC y PP, solo suman 21. Los socialistas, con 17, se han quedado lejos de las expectativas que les concedían las encuestas y solo han logrado uno más que en 2015. Por su parte, el PP es el gran perdedor no solo en el bando no independentista, sino en todo el mapa parlamentario. Los 3 escaños conseguidos le convierten en una fuerza casi residual, y eso después de que hace dos años bajara de 19 a 11, con lo que ya es un hecho de que sus votantes tradicionales se han pasado en masa a Ciudadanos y hace patente que ni los más españolistas han apostado por el partido del Gobierno que ha liderado el 155.
En cambio, las perspectivas del soberanismo son mucho mejores, aunque con intercambio de los protagonistas previstos. Carles Puigdemont, con su lista de Junts per Catalunya, ha protagonizado un sorpresivo sorpasso sobre ERC, a la que supera tanto en diputados -34 frente a 32- como en unos 10.000 votos. Esto le coloca en mucha mejor disposición que al líder de Esquerra, Oriol Junqueras, de liderar un gobierno independentista que tendría garantizada la mayoría absoluta con los 4 diputados de la CUP. Además, si esta formación optara por mantenerse al margen de un acuerdo de gobierno o decidiera no asumir las actas de diputado, JuntsxCat y ERC tendrían una mayoría suficiente, ya que sus 66 escaños (4 más que en los anteriores comicios cuando formaron la lista conjunta de Junts pel Sí) superan los 65 que suman los partidos que han apoyado el 155 y Catalunya en Comú. Eso sí, ahora hay que ver cómo pueden superar ambas formaciones el hecho de que Puigdemont esté en Bruselas y Junqueras en la cárcel (ver desglose inferior), situaciones en las que también se encuentran otros de sus diputados electos.
Los soberanistas logran el 47,5%, los partidos del 155 avanzan hasta el 43,4% y CatComú logra el 7,4%
Por su parte, Catalunya en Comú-Podem, la heredera de Catalunya Sí Que Es Pot, se ha quedado muy lejos de poder tener un papel decisivo en el Parlament. Sus 8 escaños, tres menos que los de CQSEP, le dejan en tierra de nadie.
A nivel del reparto de votos, el resultado del bloque independentista es casi idéntico al de hace dos años, ya que han obtenido el 47,54%, solo tres décimas menos. El número de votos supera por poco los 2 millones, un número casi calcado a los que votaron “sí” en el frustrado referéndum del 1 de octubre. A pesar de no crecer en porcentaje con respecto a las anteriores eleccciones debido a que ahora la participación ha sido mayo, son unos 100.000 más que entonces. El bloque no independentista sí ha avanzado en términos porcentuales, ya que Cs, PSC y PP suman el 43,45% de los sufragios, un 4,4% más que en 2015. Sin embargo, este incremento no afecta a los soberanistas porque se nutre básicamente de los nuevos votantes y es probable que absorba la mayor parte de los cien mil votos que cosechó la extinta Unió. La posición intermedia representada por CatComú ha perdido unos 40.000 sufragios y se queda en el 7,44%, 1,5 puntos menos, lo que constata que la gran polarización en torno al eje nacional le ha erosionado tanto en un sentido como en el otro.