CATALUNYA TRAS EL 21D SEGURIDAD
Interior retira el dispositivo policial del 1-O en Catalunya después de tres meses
Inicia el repliegue tras los comicios de miles de policías nacionales y guardias civiles
El ministerio de Interior inició ayer el repliegue del dispositivo Copérnico, que implicó el envío de miles de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil a Catalunya con motivo del referéndum del 1 de octubre y que se ha prolongado a lo largo de más de tres meses. El despliegue del dispositivo especial de agentes ha motivado imágenes como columnas de furgonetas de la Policía Nacional en las calles de Lleida, aparcadas junto a la Comisaría (antiguo Gobierno militar). La presencia policial en esta zona ha provocado conflictos con vecinos y padres de alumnos de un colegio contiguo. El Gobierno declaró secreto de Estado el despliegue policial, por lo que no existen cifras oficiales, si bien se ha hablado desde 6.000 a 20.000 agentes.
La orden es que como muy tarde el sábado día 30 se retiren los dos barcos que siguen atracados en Barcelona (Moby Dada, también llamado Barco de Piolín, se retiró el pasado 16 de diciembre) y que vuelvan a su destino los agentes que permanecían en hoteles y dependencias militares. La permanencia de los efectivos se fue alargando con diversas prórrogas que han hecho que el despliegue acabara llegando a las elecciones del 21-D. En Catalunya se quedarán a partir del sábado las plantillas habituales de ambos cuerpos policiales.
La presencia de estos agentes ha provocado conflictos con padres de alumnos en Lleida
El pasado mes de octubre, el ministerio de Hacienda había dotado el dispositivo Copérnico de fondos suficientes para permanener en Catalunya hasta el 31 de diciembre. El ministerio autorizó entonces las dietas extraordinarias que se entregan a los agentes que participan en Catalunya en la llamada Operación Copérnico contra el desafío soberanista. La operación ha desatado críticas, especialmente de sindicatos y asociaciones, por las condiciones de la estancia de algunos alojamientos, especialmente en el Barco de Piolín.
Investigan el menú navideño de los agentes
La Operación Copérnico no ha sido ajena a las críticas, especialmente de los sindicatos y asociaciones de guardias civiles, que en estos meses han denunciado las condiciones de la estancia de algunos alojamientos, especialmente el ferry conocido popularmente como el Barco de Piolín, el cual fue desalojado y zarpó del puerto de Barcelona el pasado 16 de diciembre.
Pero la última polémica ha surgido hace apenas unos días después de que agentes de ambos cuerpos y sindicatos policiales compartieran en redes sociales el menú de Nochebuena ofrecido a los agentes que todavía siguen en los barcos Rhapsody y el Azzurra, lo que provocó que ayer mismo el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ordenara abrir una investigación interna y reservada. Varios sindicatos de la Policía Nacional denunciaron en redes sociales el menú de Navidad que se repartió entre los policías en Catalunya consistente en un plato de espaguetis con un mejillón, otro plato con cuatro croquetas y un pescado rebozado, tres panecillos y una botella de agua mineral.
Fuentes sindicales explicaron que se trata de la comida servida en el barco Rhapsody. Zoido, que ayer se reunió con representantes de los sindicatos de la Policía y asociaciones de la Guardia Civil para abordar con ellos las mejoras salariales y de medios materiales, ordenó abrir “de forma inmediata” una información para determinar posibles responsabilidades de este menú y que se aclaren todas las circunstancias sobre esta nueva polémica por el alojamiento de los policías. El servicio de comida ha sido una de las quejas más frecuentes desde la contratación de varios ferries para alojar a los policías y guardias civiles movilizados por la Operación Copérnico.