SUCESOS DESAPARICIÓN
Detenido un hombre por la desaparición de Diana Quer
Tras la denuncia de una joven tras un intento de secuestro || La investigación estaba estancada tras archivarse el caso en abril
La Guardia Civil detuvo ayer en Boiro (A Coruña) por un intento de secuestro y agresión sexual a un hombre que figura en la lista de sospechosos de la desaparición de Diana Quer, según informaron fuentes de la investigación.
José Enrique Abuín, apodado El Chicle, que fue detenido ayer junto a su mujer, fue en su momento interrogado por los investigadores de la desaparición de la joven madrileña en A Pobra do Caramiñal (A Coruña), aunque nunca llegó a ser arrestado, de acuerdo con las mismas fuentes.
El detenido fue arrestado junto a su mujer y tendría antecedentes al menos por tráfico de drogas
El detenido es un hombre del pueblo con antecedentes penales por tráfico de drogas, según informa hoy La Voz de Galicia, aunque otras fuentes apuntan que tiene también antecedentes por agresiones sexuales.
El arresto se practicó después de que el pasado lunes una joven denunciara ante el puesto de Boiro cómo un hombre intentó introducirla por la fuerza en su coche. La brusca oposición de la joven frustró el intento de secuestro. La joven, según La Voz de Galicia, aportó a los investigadores un retrato muy exhaustivo de su agresor e, incluso, datos que permitieron identificar el vehículo.
El municipio de Boiro se encuentra a escasos kilómetros de A Pobra do Caramiñal (A Coruña), la localidad donde el 22 de agosto de 2016 desapareció Diana Quer.
Además, el detenido estuvo en las fiestas de A Pobra do Caramiñal el 22 de agosto, la noche que desapareció Diana Quer de este pueblo coruñés, según confirmaron fuentes de la investigación.
Los últimos pasos dados por la investigación hasta el momento desde el cierre judicial del caso en abril no sirvió para reabrir el sumario. El pasado julio los investigadores lograron desbloquear el teléfono de Diana Quer, que fue hallado por un mariscador en la ría tras ser arrojado desde un puente la noche de la desaparición. Los agentes lograron acceder a la información del maltrecho terminal gracias a una empresa privada israelí con sede en Munich, pero no obtuvieron datos de relevancia.