Puigdemont ve posible su investidura como president y trabaja para que sea presencial

Carles Puigdemont se reunió ayer en Bruselas con el presidente del Parlament, Roger Torrent. Tras el encuentro, el líder de JxCat se mostró confiado en poder ser investido president de la Generalitat. En este sentido, aseguró que “no abandonaremos la defensa de lo que votó el pueblo de Catalunya el 21D”. Por tanto, insistió en que “intentaremos la investidura porque el objetivo es que el Parlament pueda debatir y se pueda restituir aquello que el 155 se cargó”. Igualmente, Puigdemont denunció que el Estado no quiere que el debate de investidura se realice con normalidad. Pese a ello, se mostró firme en no “ceder” a ningún “chantaje” y señaló que “hay muchas posibilidades” de que pueda acudir presencialmente al hemiciclo de la Ciutadella. El también “exiliado” en Bruselas, el conseller cesado de Cultura, Lluís Puig, apoyó la postura de Puigdemont y confesó no entender “por qué no se puede aplicar el resultado democrático tan claro y preciso del 21D”.

Por su parte, Roger Torrent apostó por trabajar para constituir “rápidamente” un nuevo Govern que “pueda trabajar desde el minuto uno” y acabar así con la aplicación del artículo 155. Asimismo, el presidente del Parlament reiteró que el “mandato democrático” de las urnas debe ser respetado. No obstante, declinó pronunciarse acerca de si Puigdemont debería regresar a Catalunya para someterse a la sesión de investidura. “Es una pregunta para el president Puigdemont, él no ha descartado la posibilidad evidente de poder asistir al debate”, concluyó.

En Lleida unas 400 personas protestaron delante de la subdelegación del Gobierno de España

Torrent también pidió no “acostumbrarse ni normalizar” el debate sobre si Catalunya puede o no puede tener un president a distancia porque, a su juicio, esto es una consecuencia de la “judicialización de la política”.

Por su parte, el president cesado por el 155 “lamentó la situación” e indicó que “vulnera muchos derechos”. Igualmente, el PDeCAT anunció que solicitará una comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para que explique en el Senado el veto a la reunión entre Puigdemont y Torrent. También, e

l presidente del Parlament manifestó su enfado por la prohibición del Ejecutivo central. “Es muy grave”, destacó. Además, ordenó que los servicios jurídicos de la Cámara catalana estudien las posibles consecuencias legales de este veto.

Barcelona

El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, envió ayer a la Guardia Civil para que registraran las sedes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, en el mismo día en que se cumplían 100 días de la detención de sus anteriores líderes, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. La operación se produjo en el marco de la pieza secreta que forma parte de la causa por rebelión en la que se investiga al Govern cesado, la mesa del Parlament y los líderes independentistas.

El objetivo del registro era obtener pruebas de las comunicaciones entre las asociaciones independentistas y el anterior Govern. En busca de estos cindicios, la Guardia Civil se presentó con un requerimiento de información en el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI) y realizó copias de seguridad de los correos electrónicos de ambos líderes independentistas.

Tanto la ANC como Òmnium aseguraron que la operación policial se produjo con total normalidad y “absoluta tranquilidad” y pidieron a la ciudadanía no acudir a las sedes para protestar.

En relación con los 100 días de encarcelamiento de los líderes de ANC y Òmnium, centenares de personas acudieron ayer por la noche a la llamada de los Comités de Defensa de la República (CDR ) para protestar delante de las delegaciones del Gobierno español en las provincias de Lleida, Tarragona, Girona y Barcelona.

En Lleida, unas 400 personas se concentraron a las ocho de la tarde delante de la subdelegación, situada en la plaza de la Pau. Los manifestantes desplegaron pancartas a favor de la república y la libertad, mientras cantaban consignas como “us volem a casa” o “llibertat presos polítics”.