Santamaría ve ridícula la presidencia en Bruselas y prevé vetarla también

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó ayer que es “imposible” y hasta “ridículo” que los independentistas estén planteando una presidencia simbólica desde Bruselas para Carles Puigdemont, quien, a su juicio, “solo piensa en él”. “Esto ha llegado a su fin”, enfatizó, para añadir que “esto es una ridiculez y una falta de respeto a los catalanes” e insisitó en que Puigdemont “debe rendir cuentas a la Justicia”. “No puede ser president ni va a vivir a costa de los catalanes”, proclamó. También se refirió al presidente del Parlament, Roiger Torrent, al que dijo que el auto del Tribunal Constitucional impide unan investidura “simbólica” de Puigdemont. Por su lado, e l portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, tachó de “delirante” la idea de una presidencia simbólica desde Bruselas y se llegó a preguntar “qué hierbas” toman los independentistas para el desayuno.

Por otro lado, el secretario de Comunicación de Cs, Fernando de Páramo, acusó a Torrent de ser “el principal responsable de la situación de parálisis” del Parlament por negarse a admitir que Puigdemont no puede presidir la Generalitat. La portavoz del PSC en el Parlament, Eva Granados, asimismo, avisó de que “el Palau de la Generalitat está en la plaza Sant Jaume de Barcelona y no en Waterloo”.

En otro orden de cosas, el ‘presidente en el exilio’ de Tabarnia, el cómico Albert Boadella, afirmó en Madrid que el nacionalismo catalán fue “muy condescendiente” con el terrorismo etarra porque subyacía “una idea subliminal” de que tenía su ejército “a 600 kilómetros” de Catalunya. Lo dijo al anunciar una manifestación el día 25. La rueda de prensa fue emitida en directo por TVE y Podemos pedirá explicaciones por ello al ente público.

El Parlament, a la espera del informe de los letradosLos letrados del Parlament comunicaron ayer a los grupos que prevén tener el informe sobre los plazos de la investidura como muy tarde hoy. Se esperaba que estuviera listo para la reunión de la Mesa y de la Junta de Portavoces de ayer pero el letrado mayor, Antoni Bayona, explicó que es un informe “más complicado” de lo previsto. El documento, no vinculante, debe decir si el plazo de dos meses del Parlament para investir a un presidente de la Generalitat empezó a correr el martes de la semana pasada -cuando se aplazó el pleno de investidura- o si no se ha iniciado la cuenta atrás porque el pleno no llegó a celebrarse. Si hubiera empezado a correr el reloj, el tiempo apremiaría a JxCat y a ERC para encontrar un pacto que desencalle la investidura y evitar la convocatoria automática de elecciones en dos meses, mientras que, si se considera que el tiempo no ha empezado a contarse, tendrían más tiempo para un acuerdo.