Boya queda libre tras defender la declaración de independencia que buscaba “ser efectiva”

La exdiputada de la CUP Mireia Boya quedó ayer en libertad tras prestar declaración ante el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, en el marco de la investigación por el “procés”, y reiterar que la declaración de independencia no fue “cosmética”, sino que buscaba “efectividad real”. Asimismo, explicó que, en la jornada del 1-O, “agentes de paisano salieron a cazar con porras a los independentistas”. La aranesa cree que las próximas declaraciones de imputados por el “procés”, “tendrían que parecerse a la que yo he hecho hoy aquí” porque “no es con la justicia como vamos a solucionar el conflicto político entre Catalunya y el Estado español”. Subrayó que “esto es un juicio político” y que, por ello, “tenemos que actuar como tal, defendiendo nuestros postulados políticos y nuestro programa electoral”. Tras su declaración, ni la Fiscalía ni la acusación popular solicitaron medidas cautelares. No obstante, al salir del Supremo, señaló que no tenía nada que celebrar, ya que “todavía tienen a 4 rehenes”, en referencia a los presos. Así, advirtió de que “no pararemos hasta liberarles”. A este respecto, la CUP y Alerta Solidària llamaron ayer a “no blanquear” la justicia española por dejar en libertad a Boya. “La ofensiva represiva y antidemocrática contra el independentismo y el 1-O no ha terminado”, advirtieron en un comunicado.

A las puertas del Supremo se congregaron representantes de todas las fuerzas políticas independentistas y también de Catalunya en Comú-Podem. La diputada cupaire Natàlia Sànchez tildó la citación a Boya de “venganza” contra los que reclaman la autodeterminación y dijo que el Estado “represor” les quiere “dar miedo” y “desmovilizar a todo un movimiento”. El diputado del PDeCAT Sergi Miquel destacó que “en estos dos meses hemos visto la peor cara del Estado” y que es necesario “mantenerse juntos” en los momentos difíciles. Asimismo, el diputado de ERC en el Congreso Joan Tardà calificó de “low cost” a la democracia española y dijo que el Estado ha orquestado una “macrocausa” porque “es tan débil que solamente tiene la fuerza”.

Junqueras amenaza con recurrir al tribunal de derechos humanos si sigue encarcelado

MADRID

Oriol Junqueras ha presentado un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional para que anule la decisión del magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena de mantenerle en prisión preventiva. A este respecto, el vicepresident cesado alega que está siendo castigado por su ideología, ya que todo el “procés” ha sido pacífico. Igualmente, argumentó que la DUI fue un gesto sin valor jurídico que expresó una “voluntad política”. Por ello, Junqueras solicitó a los magistrados que, de manera “urgente”, le autoricen a salir de Estremera, donde ya lleva más de 100 días, con el fin de evitar “daños irreparables”. En este sentido, aseguró que se están vulnerando sus derechos como diputado del Parlament, al aplicársele una “incapacitación legal” sin precedentes.

En el escrito, la defensa del líder de ERC subrayó también que el recurso “supone el agotamiento de la vía interna” que exige el Convenio Europeo de Derechos Humanos para poder recurrir “a la jurisdicción del Tribunal Europeo de Derechos Humanos” e insistió en que el Supremo “no tiene competencias” para enjuiciar la causa.

En otro orden de cosas, Junqueras; el número 2 de JxCat, Jordi Sànchez; y el líder de Òmnium, Jordi Cuixart, recibieron ayer la visita de los senadores del PDeCAT Josep Lluís Cleries y Joan Bagué. Al hilo de ello, Bagué manifestó que el encuentro fue “muy emotivo” y se confesó “triste” al salir de los centros penitenciarios y dejarles allí. Aun así, destacó que “están firmes y lúcidos” y que les pidieron “unidad y no desfallecer”.