El tirador de Miami, un exalumno deprimido tras fallecer su madre

Un abogado de afectados por la masacre explicó que el presunto tirador de Miami que mató a 17 personas en un instituto, Nikolas Cruz, se encontraba en una profunda depresión tras la muerte de su madre, fallecida el pasado mes de noviembre. Tras los hechos el joven se mudó con otra familia, llevando consigo el rifle que usó presuntamente para cometer la masacre. Su entorno se percató que el joven se encontraba sumido en una depresión y lo atribuyeron a la reciente pérdida de su madre sin imaginarse que pudiera suponer ningún peligro. Por otra parte, Cruz podría haber dejado signos de alerta en las redes sociales. Según relata el canal de noticias Buzzfeed, una persona llamada Nikolas Cruz colgó un vídeo en Youtube en el que se leía “voy a ser un atacante de escuelas profesional”, aunque el FBI fue incapaz de localizar el autor del comentario.

Nikolas Cruz, exalumno del centro de 19 años, llegó presuntamente al instituto de la localidad de Parkland, al noroeste de Miami, hacia las tres de la tarde (hora local) armado con un rifle de asalto AR-15 con varios cargadores. Según explicó el senador Bill Nelson, Cruz accionó la alarma de incendios y empezó a disparar indiscriminadamente a alumnos y profesores a medida que iban saliendo, dejando 17 víctimas mortales y 15 heridos. De los fallecidos, doce murieron en el interior del instituto, dos en el exterior, uno en una calle cercana y otros dos una vez fueron trasladados al hospital. Estudiantes del centro explicaron que el sospechoso era un joven problemático que había sido expulsado del instituto en numerosas ocasiones.

Una profesora española entre los supervivientes de la masacreLa riojana Patricia Rivas, profesora del instituto de Parkland donde el miércoles murieron 17 personas, sobrevivió junto a cinco alumnos al encerrarse en el armario de su despacho. El tiroteo coincidió con el momento de las actividades extraescolares, motivo por el cual la mayor parte de sus alumnos se encontraban en otros lugares del recinto y le acompañaban cinco de sus alumnos para terminar un trabajo. Al darse cuenta de lo que ocurría, se refugiaron en su despacho hasta que todo terminó.