Los euroescépticos M5S y LN reclaman el Gobierno de Italia y se abren a acuerdos
Los grandes triunfadores de las elecciones generales en Italia, los euroescépticos Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y Liga Norte (LN), reclamaron este lunes el Gobierno del país y abrieron la puerta a posibles pactos ante la ausencia de mayorías.
El M5S ha arrasado en las elecciones como partido más votado en solitario, sin ir en coalición, con el 32,44 % de los votos en la Cámara de los Diputados y el 32,54 % en el Senado, solo superado por la unión de derechas de la LN y el partido del magnate Silvio Berlusconi.
Esta coalición se sitúa a la cabeza con un 37,01 % en la Cámara y y un 37,53 % en el Senado pero, en su seno, se da una pugna por su liderazgo, fijado en el partido más votado, la Liga, que ha dado un histórico "sorpasso" a la Forza Italia del ex-Cavaliere.
La LN de Matteo Salvini lidera la coalición con un 17,48 % y un 17,76 % en la Cámara y el Senado, respectivamente, y superó al histórico líder conservador, Berlusconi, en el 15 % pese a su candidato estrella: el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.
Con estos datos en la mano salieron ante la prensa para reclamar el Gobierno del país los candidatos y responsables de estas dos formaciones, aunque desdibujaron las primeras hipótesis de pacto entre ambos dada su intención de no ceder en su liderazgo.
El líder del M5S, Luigi di Maio, se presento como el "vencedor absoluto" al haber triplicado sus parlamentarios respecto a la pasada legislatura y avanzó que está abierto a negociar con otros partidos ante la ausencia de una mayoría.
Una novedad para un partido que en su debut político en 2013 se negó a pactar con las formaciones tradicionales, herederas del sistema político que habían decidido combatir.
El líder del Movimiento avanzó que el debate deberá comenzar con la próxima elección de los presidentes de las dos cámaras, que deberán ser "figuras de garantía", y después quieren negociar con otros partidos en base a temas que consideran prioritarios.
Entre estos asuntos citó la pobreza, la lucha contra el derroche económico de la clase política, los problemas derivados de la inmigración y la seguridad, así como los impuestos y el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. "Estos temas tienen que ser afrontados y tenemos una oportunidad histórica para hacerlo, para cumplir cosas que los italianos esperan desde hace treinta años", subrayó.
El candidato del M5S, sucesor del fundador Beppe Grillo, aseguró que el partido "siente la responsabilidad de dar un Gobierno a Italia" y se perfiló como el único capaz de hacerlo pues, en su opinión, las coaliciones de derecha e izquierda "no tienen (los) números". Y se dirigió especialmente a la comunidad internacional y a los inversores: "Nosotros esa responsabilidad la sentimos", explicó, en un velado intento de sosegar los ánimos.
Salvini, exultante, salió el primero a celebrar sus resultados, que demuestran un avance muy significativo respecto a la LN que encontró en 2013 en sus mínimos históricos (4 %) y que ha lanzado con su discurso contra la inmigración irregular y la Unión Europea.
El político, de 44 años, aseguró que respetará la coalición con Berlusconi y la ultraderechista Hermanos de Italia y reivindicó su "derecho y deber de gobernar", pero siempre dentro de esta alianza, que a su juicio "ha ganado y puede" alcanzar el Ejecutivo.
"Escuchar, comprender y valorar la validez de algunas propuestas es un deber, pero mi equipo es el centroderecha. No me gusta cambiar de equipo en mitad de la partida", aclaró, para después excluir pactos "extravagantes" con otras fuerzas, como el M5S.
Salvini aseguró que su triunfo demuestra que "los italianos han decidido recuperar este país y liberarlo de la precariedad y la inseguridad, de (Matteo) Renzi, de Bruselas, de la prima de riesgo y de las pateras" con inmigrantes.
Mateo Salvini arremetió contra el euro, con el que siempre ha sido muy crítico, como el M5S, y contra el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, por sus declaraciones en plena campaña en las que se mostró preocupado por un escenario de inestabilidad.
"Cuanto más habla, más votos obtenemos", afirmó Salvini, quien elogió a la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen.
El profesor Nicola Maggini, del Centro Italiano de Estudios Electorales, dijo a Efe que las elecciones sugieren "un éxito de la estrategia de la derecha soberanista y nacional" y situó a la LN como el gran ganador.
Falta conocer el papel que tendrán en el juego de los pactos el resto de partidos, desde la izquierdista Libres e Iguales, que ha decepcionado al superar escasamente el 3 %, o el Partido Demócrata de Matteo Renzi, el gran perdedor de la jornada electoral.