Camps defiende las cuentas del PP y dice sentirse arropado por Rajoy
El expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps ha defendido hoy que las cuentas del PP "han sido siempre legales y ajustadas a derecho" y ha dicho sentirse arropado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y por todo el partido, al que ha proclamado su lealtad. Camps ha declarado hoy durante dos horas y media ante la comisión de investigación del Congreso sobre la supuesta financiación irregular del PP, en la que todos los diputados, excepto el popular, han protagonizado algún momento de tensión ante un batallador Camps que ha dicho sentirse "orgulloso" de su gestión.
"Mi vocación siempre han sido las personas y mis compromisos, España y el PP", ha dicho al finalizar el expresidente valenciano, que resultó absuelto del caso de los trajes pero está ahora siendo investigado en varios asuntos de corrupción.
Unos casos por los que ha dicho no estar preocupado: "Ni un solo euro fue desviado ni para enriquecerme a mí mismo ni a nadie de mi entorno, ni de mi familia, ni a mi partido político. Jamás, nunca. Esa es mi tranquilidad, esa es mi serenidad, y así es como puedo mirar a los 47 millones de españoles todos los días".
Camps también ha respondido a las acusaciones contra él del ex secretario general del PP de Valencia Ricardo Costa, quien le responsabilizó de encargar financiar con dinero negro procedente de empresarios las campañas electorales de 2007 y 2008. "Le puedo asegurar que eso no es así", ha dicho al respecto, y ha recordado que Costa y los empresarios que han colaborado con la Fiscalía confesando comisiones han estado "nueve años diciendo lo contrario". Según su versión, las cuentas del PP, tanto a nivel nacional como regional, "han sido siempre legales, ajustadas a derecho y revisadas por el Tribunal de Cuentas".
Eso sí, él no estaba al tanto de ellas, puesto que no era su labor como presidente de la Generalitat: "Es un tema al que no le he dedicado ni un solo segundo de mi vida, porque no era mi responsabilidad". "Cualquier presidente de cualquier gobierno, sea autonómico o nacional, que sepa cómo se financia su partido, que pregunte cómo se financia su partido, tengan ustedes la preocupación de que algo raro está pasando", ha insistido.
El que fuera presidente autonómico entre 2003 y 2011 ha negado sentirse maltratado por el PP. Al contrario, ha asegurado que nota "el cariño del presidente (Mariano Rajoy), de la secretaria general (María Dolores de Cospedal) y de la ejecutiva". "Yo seré leal a este partido y a las ideas que defiende siempre, independientemente de las circunstancias que esté viviendo en cada momento", ha proclamado ante los diputados. Ha rechazado también haber intercedido en adjudicaciones cuando era presidente y ha retado a los diputados a que busquen a un empresario que diga lo contrario. "En mi vida -ha afirmado- me he entrometido en adjudicaciones, ni hablado con empresarios en esos términos, porque no lo he necesitado, no era mi función ni mi vocación política".
Sobre su absolución en el conocido como el caso de los trajes, ha explicado que no tiene "ningún cargo de conciencia" al respecto e incluso ha reprochado al diputado del PSOE que no le haya pedido perdón. Camps ha protagonizado varios rifirrafes con los diputados, especialmente con la de ERC Ester Capella al reprocharle una y otra vez que hablara de País Valenciano en lugar de Comunidad Valenciana. "Esta mujer ha venido a insultar a los valencianos", le ha llegado a decir, lo que ha motivado numerosas intervenciones del presidente de la comisión, Pedro Quevedo, que le ha recriminado su actitud como una "técnica" para vender su mensaje "Tengo la obligación de defender la denominación de mi tierra, ¡es que yo he sido presidente de la Generalitat!", le ha respondido entonces Camps. También ha tenido enfrentamientos con el diputado socialista Artemi Rallo, a quien ha reprochado su "impertinencia" por decir que el PP le trata como a una "manzana podrida".
En ese momento, Camps ha reclamado al PSOE que pida perdón por haberle acusado en el caso de los trajes en un tono que Rallo ha censurado de "arrogante".