REINO UNIDO ESPIONAJE
May ve “muy probable” que Moscú envenenara al espía
Da un ultimátum a Rusia para que se explique || La cancillería rusa califica de “espectáculo circense” las acusaciones
La primera ministra británica, Theresa May, manifestó ayer en el Parlamento que es “altamente probable” que Rusia esté detrás del envenenamiento del doble espía Serguéi Skripal y lo interpretará como un ataque “directo” contra el Reino Unido si confirma sus sospechas.
En una dura intervención en el Parlamento, la jefa del Ejecutivo británico aseguró que Moscú debe ofrecer una explicación alternativa “creíble” antes de mañana miércoles o dará por hecho que el suceso responde a un “uso ilegal de la fuerza por parte del Estado ruso contra el Reino Unido”.
Expertos en toxinas inspeccionaron ayer el domicilio del exespía en Salisbury
Tras reunirse con los responsables de las agencias de seguridad británica, May explicó que Skripal, de 66 años, y su hija, de 33, ambos en estado crítico, fueron expuestos a un agente nervioso de naturaleza militar antes de caer inconscientes el pasado 4 de marzo.
Expertos del Ejército británico han determinado que la sustancia es del tipo “Novichok”, un producto químico que Rusia ha fabricado en el pasado y que podría tener la capacidad de continuar produciendo, según May.
El Ejecutivo británico baraja, con todo, una segunda posibilidad para explicar el envenenamiento: que Rusia perdiera el control de la peligrosa sustancia y cayera en manos inadecuadas.
Skripal, antiguo agente de la inteligencia militar rusa, fue captado por el MI6 británico en los años noventa y fue condenado en Rusia en 2004 por haber revelado la identidad de decenas de otros espías de Moscú. Fue liberado en 2010 en un intercambio de agentes con EEUU y se refugió en el Reino Unido.
Este caso recuerda al del ex agente del KGB Alexander Litvinenko que falleció en Reino Unido en 2006 tras ingerir té contaminado con polonio.
La portavoz de la cancillería rusa María Zajárova, calificó de “espectáculo circense” las acusaciones vertidas por May. Mientras, la Casa Blanca tachó de “atrocidad” el caso y aseguró estar “del lado” del Gobierno británico, pero evitó culpar directamente a Rusia.