PRESTACIONES SOCIALES
Alertan de que las nuevas pensiones a partir de 2019 bajarán por el factor de sostenibilidad
Medio punto al mes, lo que en Lleida supone una media de 4 euros, a causa de la reforma introducida por el Gobierno de Rajoy || Más de 600 leridanos se incorporan cada año al sistema de prestaciones
Los leridanos que se conviertan en pensionistas después del 1 de enero de 2019 ingresarán de media 4,07 euros menos al mes por la entrada en vigor del llamado factor de sostenibilidad que, como subraya el economista Ramon Morell, restará mensualmente entre un 0,45% y un 0,50% del importe que recibirían sin su aplicación. De esta manera, las más de 600 nuevas pensiones que cada año entran en el sistema en Lleida ya se calcularán a partir de este factor.
El factor de sostenibilidad es un indicador que fue introducido por el Gobierno de Mariano Rajoy en su reforma del sistema de pensiones del año 2013 y se calcula por quinquenios. Así, Morell explicó que para los pensionistas que entren en el sistema el próximo año, esta variable se obtendrá de la división entre la esperanza de vida a los 67 años en 2012 y la esperanza de vida a esa edad en el año 2017.
La pensión media leridana sube un 24,62% desde 2008 pero no compensa el incremento del IPC
Catalunya es la segunda comunidad con más pensionistas pobres, por detrás de Andalucía
Igualmente, el economista leridano advirtió de que esta reducción en el importe de la pensión puede ir incrementándose en el tiempo a medida que aumente la longevidad. De hecho, se prevé que las personas que empiecen a cobrar su pensión dentro de 30 años perderán un 7% de poder adquisitivo sólo por la implementación de dicho indicador.
No obstante, Morell apuntó a que esta bajada se podría compensar reforzando el factor de revalorización, que es la otra variable que introdujo el Ejecutivo central para el cómputo de las pensiones y que establece que, como mínimo, deberán subir un 0,25% cada año. Aun así, manifestó que hace falta “voluntad política” para que “a largo plazo” el sistema público de pensiones sea sostenible y sus beneficiarios tengan asegurado el cobro de lo que es una “obligación constitucional” para el Estado.
Con todo, la pensión media en las comarcas de Ponent ha aumentado un 24,62% desde 2008, cuando se situaba en los 614,55 euros, frente a los 815,23 euros. Sin embargo, la desvinculación de su incremento a las subidas del IPC es lo que ha lastrado la capacidad de compra de los pensionistas.
Además, están un 15,62% debajo de la media catalana que, en la actualidad, es de 966,18 euros.
De hecho, en el conjunto del Estado, los pensionistas de las áreas rurales son los que más sufren la pérdida de poder adquisitivo por el actual sistema de cómputo. Según Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, la pensión promedio de un agricultor o ganadero es un 41,2% inferior que la de otros sectores.
Por otra parte, Morell alertó de la necesidad de “medidas urgentes” que corrijan el déficit del sistema público de pensiones. A este respecto, se mostró partidario de un aumento en las bases de cotización y de la eliminación de los contratos precarios y las bonificaciones introducidos por la última reforma laboral. Además, Morell apostó por transferir las cargas de las pensiones de orfandad y viudedad al sistema fiscal, desvinculándolas de la Seguridad Social.
A largo plazo, no obstante, llamó a reformar profundamente el modelo de financiación de las pensiones en base a incrementar los salarios, aumentar la productividad, reducir las horas de jornada laboral, imponer impuestos a las máquinas que sustituyen el trabajo humano y regularizar el trabajo doméstico.