Societat Civil reúne en Barcelona a miles de personas contra el 'procés'

Unas 7.000 personas, según la Guardia Urbana, y 200.000 según Societat Civil Catalana (SCC), se manifestaron ayer en Barcelona para pedir ‘seny’ al independentismo y que se forme un Govern que trabaje para todos los catalanes. La movilización, bajo el lema “Ahora más que nunca, ‘seny’” y convocada por SCC, comenzó en el cruce entre la avenida Marqués de l’Argentera y Pla de Palau, y terminó frente a la Estación de Francia, donde se instaló un escenario, hubo varios parlamentos. Durante la marcha, los manifestantes mostraron banderas españolas, de la UE, senyeras y también de Tabarnia, y la consigna más gritada fue la de “Puigdemont a prisión”. La manifestación también sirvió para acusar al proceso independentista de haber fracturado la sociedad y para reclamar que el próximo Govern actúe bajo la legalidad con el objetivo de reconciliar a la población. Entre los asistentes figuraron la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat; el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo; el exministro de Exteriores, José Manuel García Margallo; dirigentes de Cs, como Albert Rivera y Juan Carlos Girauta(aunque destacó la ausencia de Arrimadas); del PP, como Xavier García Albiol y Andrea Levy, y del PSC, como Miquel Iceta y Núria Marín.

Además de los representantes de los partidos, la cabecera de la manifestación estuvo presidida por el exprimer ministro de Francia Manuel Valls, la actriz Rosa Maria Sardà y el exfiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo, intervinieron al final de la marcha. Valls, que protagonizó el discurso más aclamado, cargó contra el independentismo porque considera que su proyecto excluye a una parte de la población: “Cambiar las fronteras, un proyecto que dice a los otros que no estáis con nosotros, este nacionalismo es guerra”. Sardà pidió diálogo al Gobierno central para contribuir a solucionar la situación en Catalunya y a los partidos independentistas que formen un Govern para todos. También intervino el presidente de SCC, José Rosiñol, que abogó por acabar con el ‘procés’ y avisó de que “un Govern solo para los independentistas obligaría al Gobierno a mantener medidas que luego no gustan”.