“El impacto del 'procés' en el PIB, menor del previsto”

El Banco de España ha constatado que el impacto en el Producto Interior Bruto (PIB) español de la situación política en Catalunya es “menos negativo” de lo que pronosticó hace unos meses. La entidad ha revisado tres décimas al alza hasta el 2,7% la previsión de crecimiento de la economía española para este año, según hizo público ayer en su informe de proyecciones macroeconómicas de la economía española para el período 2018 a 2020.

En diciembre, el Banco de España rebajó la previsión de crecimiento para el 2018 hasta el 2,4% como consecuencia de “el aumento de la incertidumbre asociada a la situación de Catalunya”. Tres meses después, la entidad revisa las predicciones y prevé crecimientos del 2,7% en 2018, del 2,3% en 2019 y del 2,1% en 2020 (tres, dos y una décima más, respectivamente).

El Banco de España sube al 2,7 por ciento su previsión de crecimiento del PIB estatal para este año

Según la entidad, aparte del menor impacto de la situación política, la mejora es consecuencia “de una evolución reciente más favorable de la economía española y sus mercados de exportación” así como del “tono esperado de la política presupuestaria más expansivo”.

Por otra parte, Catalunya fue la comunidad autónoma que más depósitos perdió en el cuatro trimestre del pasado año, que se inició con la crisis institucional de la región, hasta sumar una fuga de 31.399 millones de euros, según el Banco de España. Esta pérdida supone que disminuyó en un 17% sus depósitos en entidades de crédito, la bajada más significativa que se produjo en todo el Estado en este periodo. El trimestre anterior, Catalunya había perdido otros 4.931 millones de euros.

Mientras, la inversión productiva extranjera ha caído con fuerza en Catalunya, un 39,8%, hasta los 3.093 millones de euros, según datos del ministerio de Economía. En el conjunto del Estado, el importe total de la inversión extranjera alcanzó el pasado año 36.122 millones de euros, con un crecimiento del 0,7% respecto a 2016, lo que supone la cifra más alta registrada desde 2008.