CRIMEN INFANTICIDIO
Los niños asesinados en Getafe fueron ahogados antes del incendio
Los hermanos de 13 y 8 años asesinados el martes en Getafe, en Madrid, murieron ahogados presuntamente por su padre. Tras asesinarlos, movió sus cuerpos a un dormitorio el cual después sufrió un incendio. Poco después, los sanitarios confirmaron la muerte del padre tras ser arrollado por un tren en una estación cercana. La autopsia reveló restos de agua en los pulmones, pero ninguna sustancia relacionada con el fuego, lo que llevó a los investigadores a la conclusión de que los niños ya habían fallecido cuando se inició el fuego. Según informaron los agentes, entre las ropas del padre se encontró una nota manuscrita en la que justificaba su acción. En la nota se explicaba que mató a sus hijos para que “no sufrieran”, en concreto el hijo mayor, que padecía de parálisis cerebral. El padre no trabajaba y estaba dedicado plenamente al cuidado del hijo mayor. La madre de los pequeños no pudo declarar hasta ayer por la tarde al encontrarse en shock. Según indicó, no habían iniciado ningún proceso de separación y la única explicación que le encontraba era que a su pareja se le hubiera “ido la cabeza”.
Cientos de vecinos se concentraron ayer en la plaza del ayuntamiento de Getafe para rendir homenaje a los dos niños fallecidos y expresar su apoyo a la madre. Los asistentes se mostraron sorprendidos por lo ocurrido, y destacaron el amor que el padre profesaba por los pequeños y cómo cuidaba de su hijo con discapacidad. En la concentración participó la alcaldesa de la ciudad, Sara Hernández, varios ediles del ayuntamiento, algunos alumnos del colegio donde trabajaba la madre de los menores y miembros de la asociación ALMA, dedicada a la lucha por los derechos de los niños con pluridiscapacidad.