La abstención de la CUP convierte en fallida la investidura de Jordi Turull

El Parlament rechazó anoche la investidura de Jordi Turull, con los 65 votos en contra de la oposición, los 64 a favor de JxCat y ERC y las 4 abstenciones de la CUP. Los cupaires consideran que el programa presentado es autonomista y Turull comparece hoy ante el Supremo como candidato, no como el 131 presidente de la Generalitat.

Jordi Turull, no logró ayer los 68 apoyos necesarios para alcanzar la mayoría absoluta y ser elegido president en primera votación, debido a las cuatro abstenciones de la CUP y los votos en contra de Ciudadanos, PSC, los comunes y el PP. Solo recabó los 64 votos a favor de JxCat y ERC -Carles Puigdemont y Antoni Comín, en Bélgica, no pudieron votar-, los cuatro diputados de la CUP se abstuvieron y los 65 diputados de Ciudadanos, el PSC, Catalunya en Comú-Podem y el PP votaron no. Una vez más, la CUP fue determinante y se negó a apoyar a Turull al considerar su programa autonomista. El sentido de su voto lo anunció apenas unos minutos antes de arrancar el pleno en la Cámara catalana después de la decisión de sus órganos de dirección.

JxCat pretendía investir ayer a Turull, antes de que hoy vaya a la vistilla del Tribunal Supremo, que podría dictar prisión preventiva, por lo que está en el aire la segunda votación de la investidura, que debería celebrarse 48 horas después de la primera, es decir, mañana, a las diez de la mañana se retoma el pleno, según el presidente del Parlament, Roger Torrent. Para esta segunda votación bastaría la mayoría simple -más votos a favor que en contra- pero, al menos de momento, no cuenta con los apoyos necesarios. A todo ello se suman las renuncias anunciadas a sus escaños de las diputadas por ERC Marta Rovira, Carme Forcadell y Dolors Bassa, que hoy también acuden al Supremo.

En un discurso de una hora, Turull evitó hacer referencias explícitas a la independencia y a la república catalana, al tiempo que llamó a la unidad del soberanismo para “deshacerse de las garras del 155”. Turull además utilizó la contraréplica a la CUP para defender que el soberanismo tiene la “altísima responsabilidad” de llegar a un acuerdo y prometió perseverar para pactar de cara a la segunda votación prevista para mañana.

Ofreció mano tendida y “diálogo, diálogo y diálogo” tanto al Gobierno central como al rey para abordar la situación de Catalunya. Pidió que este diálogo sea bilateral y sin renuncias: “Mano tendida. Por nosotros no quedará que haya mano tendida si hay la más mínima respuesta y esperanza de recibir la mano tendida del jefe del Estado o del Gobierno español”.