Rovira, Forcadell y Bassa dejan sus escaños para “plantar cara al chantaje judicial”

La líder de ERC en el Parlament, Marta Rovira, la expresidenta de la Cámara Carme Forcadell y la exconsellera Dolors Bassa anunciaron anoche al finalizar el pleno de investidura que dejan el acta de diputadas para “plantar cara al chantaje judicial del Estado”. Además, la exconsellera Anna Simó deja la presidencia adjunta en la ejecutiva de ERC en manos de Pere Aragonès.

Renuncian a su escaño horas antes de tener que comparecer hoy ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena que instruye la causa contra el “procés” y que podría dictar su ingreso en prisión. Entre los citados por el Supremo también figura el exconseller y diputado de ERC Raül Romeva -además de Jordi Turull y Josep Rull-, pero este ha decidido mantener el acta.

Los republicanos critican que las citaciones judiciales de hoy son “intentos reiterados del Estado de condicionar la actividad democrática del Parlament” y que no es un proceso judicial justo, sino una causa general contra el independentismo. “Son una muestra más de esta voluntad de secuestrar la democracia”, lamenta ERC, que añade que las tres diputadas buscan dejar claro que no quieren que su situación personal condicione la actividad normal del Parlament. “Que ningún juez pueda hacer chantaje a la voluntad democrática del pueblo de Catalunya”, concluyen los republicanos sobre Rovira, Forcadell y Bassa, que salieron del Parlament entre aplausos de sus compañeros.

En los puestos de Rovira, Forcadell y Bassa, ERC entrarán Assumpció Laïlla, Chakir El Homrani y Magda Casamitjana: los dos primeros, candidatos por Barcelona, y la tercera, por Girona. Está por ver si estos tres relevos pueden cerrarse antes del pleno de mañana o se retrasarían al lunes, ya que los nuevos diputados tienen que entregar la documentación pertinente. Si no fuera posible, se complicaría aún más la investidura de Turull si es que puede acudir al pleno.

En la sesión de ayer, los portavoces de JxCat y ERC, Eduard Pujol y Sergi Sabrià, hicieron una llamada a la unidad del independentismo, ante la abstención de la CUP. Pidieron plantar cara al Estado y recuperar las instituciones, suspendidas y controladas por Madrid desde la aplicación del artículo 155. Pujol explicó que “la importancia del momento pedía una lectura generosa que hoy habría estado vital para continuar plantando cara a los que nos querrían pequeños”. Aún así, se mostró convencido de que aún hay tiempo para llegar a un trato con los cupaires antes de mañana. Sabrià presentó como una victoria para la democracia las votaciones del 1-O y del 21-D y avisó al Estado que “si no es hoy, será mañana” en referencia a la investidura.