La A-2 y la N-260, cortadas

La movilización ciudadana tras el arresto de Carles Puigdemont continuó ayer con el corte de las carreteras A-2 y N-260 durante varias horas. A primera hora de la mañana, 150 personas levantaron una barricada con neumáticos en la autovía entre Alcarràs y Soses, impidiendo la circulación en dirección Barcelona. Los manifestantes, convocados por los CDRs, también quemaron neumáticos y causaron retenciones de hasta seis kilómetros. Los vehículos dieron media vuelta en el tramo afectado, por lo que no hubo muchas colas, y se hicieron desvíos por la N-II. La movilización duró más de cinco horas, hasta las 12.45 horas. Entretanto, unas 200 personas participaron por la tarde en una marcha lenta por la N-260 en Bellver de Cerdanya para reclamar la libertad de los presos políticos. La protesta recorrió un tramo de la carretera y el enlace entre Baltarga y Bellver. Por su parte, el Síndic de Greuges estudiará de oficio la actuación de los Mossos durante las manifestaciones del domingo, sobre todo en Barcelona y Lleida. Lo hará tras recibir varias quejas por el material usado por los agentes y que algunos no iban identificados. Mientras, cinco de los nueve investigados por irrumpir en las vías del AVE en la Estación de Sants en la huelga del 8 de noviembre no comparecieron ayer a declarar ante el juez y volverán a ser citados.

Denuncian agresión policial en las cargas en Lleida El Comité de Defensa de la República (CDR) de Lleida denunció ayer a través de Twitter las heridas recibidas por un joven de 18 años durante las cargas policiales en la movilización del domingo a las puertas de la subdelegación del Gobierno. Según denunciaron, el joven recibió el golpe de porra en la cabeza, con una herida para que la que ha necesitado recibir seis puntos de sututa y cargan contra los agentes por golpear por encima de la cintura. Entretanto, cuatro de los nueve detenidos tras las movilizaciones del domingo en Barcelona quedaron ayer en libertad con cargos tras declarar ante el juez. A dos se les atribuye desórdenes públicos y atentado a los agentes mientras que a los otros dos se les imputa también un delito de odio. Otros dos arrestados por desórdenes también quedaron en libertad con cargos. Mientras, los Mossos han abierto una investigación sobre un agente fuera de servicio que protestó en Barcelona, pero niegan que agrediera a sus compañeros.