Llarena: raíces leridanas en Torregrossa

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena está en plena actualidad por haber procesado por rebelión a los líderes políticos y sociales del proceso independentista de Catalunya. Según se ha sabido ahora, su padre fue un alto cargo dentro del “organigrama del postfranquismo”. No obstante, el juez Llarena tendría raíces republicanas y, además, leridanas. Así lo ha desvelado Ramon Manuel Ribelles, licenciado en Humanidades y maestro de la escuela Pompeu Fabra de Mollerussa, quien descubrió en el cementerio de Torregrossa el nicho del bisabuelo del juez Llarena, Toribio Llarena.

Según Ribelles, Toribio Llarena fue secretario municipal en este pueblo del Pla d’Urgell, donde murió en 1918. Su hijo, Juan Llarena Luna, el abuelo del actual juez, nació en Cartagena en 1882, pero también estuvo vinculado a tierras leridanas. Después de acabar sus estudios en la Escuela Superior de Madrid, ejerció de inspector jefe de educación en Lleida, donde dirigió cursos de perfeccionamiento para maestros. En 1920 el abuelo del juez Llarena se trasladó a Burgos y fue uno de los promotores en la provincia de las Misiones Pedagógicas impulsadas por la Segunda República. Es decir, llevó a cabo la tarea de divulgación educativa que también realizaron figuras como Antonio Machado, María Moliner, Luis Cernuda o Federico García Lorca. En este sentido, Ribelles apunta que Juan Llarena habría sido un hombre próximo a las innovaciones educativas e ideológicas de los años anteriores a la guerra civil. Por lo que se ha podido saber de él, se cree que fue un hombre comprometido con el republicanismo. Según un estudio que ha avanzado Ribelles, Juan Llarena y algunos de sus hermanos habrían sido próximos al gobierno de la República, y algunos de ellos habrían contribuido económicamente a favor de las milicias. El franquismo les habría represaliado.

El abuelo paterno de Llarena fue jefe de educación y dirigió cursos para maestros

Al parecer, la adscripción ideológica del padre del actual juez del Supremo fue distinta a la de su abuelo. Pablo Llarena tiene casas en la Cerdanya y en Sant Cugat.