“La sentencia de la Manada causa alarma; que sirva al menos para cambiar algo”

Lo que diferencia a una violación de unos abusos sexuales es que en la primera hay violencia o intimidación y en los segundos, no. Una violación es una agresión sexual en la que hay penetración vaginal, anal o bucal. En realidad, pues, la diferenciación estriba entre los abusos y la agresión sexual, que puede ser con penetración (violación) o no. Los jueces de Pamplona han considerado que en el ataque de La Manada no hubo ni violencia ni intimidación. “La verdad es que es difícil de explicar. Lo es jurídicamente y mucho más, desde luego, a nivel social. Es normal que la sentencia haya causado alarma y la gente haya salido a la calle para protestar”, explicó ayer a este diario la penalista Laura Buetas, del Despatx Moragues. Resulta difícil de entender que no hubo violencia teniendo en cuenta que la víctima fue atacada en grupo por cinco hombres, y más difícil de entender resulta todavía que no hubiera ni siquiera intimidación. “El problema es que la redacción del Código Penal deja una intepretación muy amplia para los magistrados en estos delitos”, dice Buetas. “¿Cuándo hay violencia? ¿cuándo hay intimidación?, eso deja mucho margen subjetivo a los jueces, y se puede llegar a extremos tan incomprensibles como el de este caso”. Buetas apunta que, en relación a la intimidación, que parece a todas luces que existió en este caso si se aplica el sentido común, digan lo que digan los jueces de Pamplona, quizás estos han intepretado que la redacción de los abusos sexuales (acceso carnal sin consentimiento y sin violencia) ya comporta en cierta forma un tipo de intimidación. “En todo caso es lógico que la sentencia haya causado alarma”, dice Buetas. “Esperemos que al menos esto sirva para que ahora cambien las cosas en una doble dirección: modificando la ley para que sea más precisa y no permita una intepretación tan amplia y/o estableciendo interpretaciones del Código Penal más acordes con la sensibilidad social y el sentido común”.

La sentencia escandalizó ayer a muchos juristas. La vicepresidenta de la asociación de mujeres juristas Themis, Altamira Gonzalo, dijo que “había 5 personas más mayores y fuertes contra una absolutamente indefensa y a esas horas de la noche. Es intimidatorio a todas luces”.