Un doble atentado de Daesh mata a 29 personas y hiere a 40 en Kabul

Un doble atentado suicida perpetrado a primera hora de ayer en Kabul se cobró la vida de, al menos, 29 personas e hirió a otras 40. El ataque, que fue reivindicado por los terroristas de Daesh, comenzó sobre las 8 de la mañana, hora local, con un kamikaze que hizo estallar la motocicleta en la que circulaba en las inmediaciones de la oficina de los servicios de inteligencia afganeses. Cuando numerosos sanitarios y periodistas se habían acercado a la zona, un segundo individuo, que se habría hecho pasar por reportero, estalló la carga adosada a su cuerpo entre la multitud. La segunda deflagración acabó con la vida de, por lo menos, 9 periodistas. Entre ellos, la agencia AFP confirmó el fallecimiento de su fotógrafo Shah Marai. Igualmente, la cadena afgana 1TV perdió a sus reporteros Ghazi Rasuli y Nouruz Alí Rayabi. El primer ministro de Afganistán, Abdulá Abdulá, condenó el atentado y manifestó que “un ataque contra los medios es un ataque contra la democracia”. Asimismo, la embajada estadounidense en Kabul tildó a los terroristas de “salvajes”.

En otro orden de cosas, un ataque a un convoy de la OTAN en la provincia sureña de Kandahar se saldó con la muerte de 11 escolares de un centro cercano al lugar del atentado. Además, el ministerio de Defensa rumano confirmó que 8 de sus soldados resultaron heridos. Por otro lado, un militar estadounidense murió ayer en una “operación de combate” en el este del país asiático y otro soldado resultó herido, según informó el propio ejército de los Estados Unidos.

Además de los periodistas fallecidos en las explosiones en la capital, el reportero de la BBC Ahmad Shah, de 29 años, fue asesinado a tiros ayer mismo mientras iba en bicicleta en la provincia de Jost, en el este del país. El director del servicio internacional de la BBC, Jamie Angus, definió a Shah como un periodista “respetado y popular” y tachó su pérdida de “devastadora”. Por otra parte, el jefe del departamento criminal del distrito de Behsud, en la provincia oriental de Nangarhar, murió al estallar una bomba a su paso por una carretera.