ETA certifica 'el final de su trayectoria' en una declaración que no reconoce el daño causado

ETA hizo público ayer un comunicado en euskera, castellano, inglés y francés en el que certificó “el final de su trayectoria” tras haber “desmantelado el conjunto de sus estructuras”. Los terroristas, en un mensaje al que pusieron voz los históricos dirigentes Josu Ternera, fugado de la justicia española desde 2002, y Marixol Iparragirre “Amboto”, encarcelada en Francia, manifestaron que la banda “da por concluida toda su actividad política” y que “no será más un agente que manifieste posiciones políticas, promueva iniciativas o interpele a otros actores”. No obstante, indicaron que sus miembros “seguirán en su lucha” pero “cada cual donde lo considere más oportuno”. En su despedida, ETA no reconoció el daño causado ni tan siquiera hizo mención de sus víctimas. De hecho, señaló a España y Francia como los culpables del “ciclo” de casi medio siglo caracterizado por la “utilización de la violencia política” ya que, al entender de los terroristas, ambos Estados eran “conscientes de su debilidad en la confrontación estrictamente política” con el independentismo radical vasco. La banda terrorista ETA se disuelve con un bagaje de más de 10.000 personas extorsionadas, 358 crímenes sin resolver de 829 asesinatos. Como si del certificado de defunción de cualquiera de ellos se tratase, el director de la Fundación Henry Dunant, David Harland, explicó ayer que ETA “ha dejado de existir a las 14 horas y así se lo he comunicado a los Gobiernos español y francés”. Igualmente, en una comparecencia desde la ciudad suiza de Ginebra, desveló que el 93% de los terroristas votaron a favor de la disolución de la banda. “Esto no debe volver a ocurrir”, afirmó en referencia al terrorismo. Harland quiso agradecer los esfuerzos del exlíder de los socialistas vascos Jesús Eguiguren, del expresidente del Gobierno central José Luis Rodríguez Zapatero, del lehendakari Íñigo Urkullu y del líder abertzale Arnaldo Otegi, y, al finalizar su alocución, guardó un minuto de silencio por las víctimas. El epílogo del adiós al terrorismo tiene lugar hoy en la localidad vascofrancesa de Kanbo, en una conferencia que dará “validez” al fin de ETA.

VITORIA/PAMPLONA

El lehendakari, Íñigo Urkullu, explicó ayer que los terroristas de ETA tienen “pavor a que se interprete que lo suyo no ha servido para nada y a que se considere una derrota” la desaparición de la banda armada. En una entrevista concedida a El País, el jefe del Gobierno vasco afirmó que el fin del terrorismo es “un hecho muy importante” y se mostró confiado en que el Ejecutivo de Mariano Rajoy considere ahora un cambio en su política penitenciaria. Algo a lo que se opuso ayer mismo de manera frontal el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, que dijo que “en estos momentos” no se contempla ningún cambio en la política penitenciaria respecto a los presos etarras. No obstante, desde las filas socialistas, el exlehendakari Patxi López animó a acercar a los terroristas encarcelados a las cárceles vascas pero “sin calendario y con discreción”. Por su parte, el Gobierno de Navarra, en un comunicado, lamentó que ETA haya perdido la oportunidad, en su último mensaje” de “hacer una autocrítica real y profunda” y reconocer el daño causado porque las víctimas son “las grandes ausentes” en este adiós. Hoy mismo, la presidenta navarra, Utxue Barkos, y el lehenkari Íñigo Urkullu efectuarán una declaración conjunta sobre la disolución de ETA. Desde la izquierda abertzale, el secretario general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, dio “la bienvenida” al anuncio de los terroristas ya que “refleja su responsabilidad al dar por concluida de manera ordenada su actividad”. A su vez, aseguró que “se abre un nuevo tiempo de manera definitiva”. No obstante, el portavoz del PNV en el Parlamento vasco, Joseba Egibar, apuntó a que, si bien la desaparición de ETA es “positiva”, hay que tener claro que los terroristas no cesan su lucha por motivos “éticos” sino por “eficacia política”.