Urkullu llama a fortalecer la paz y “honrar” la memoria de las víctimas

El lehendakari, Íñigo Urkullu, pidió ayer que se fortalezca la cultura de la paz en el País Vasco para que la violencia “no vuelva”. En un acto en Vitoria, también animó a “preservar y honrar” la memoria de las víctimas de los etarras, quienes, con el uso de la violencia como herramienta política, “sólo causaron dolor y sufrimiento injustos”. Asimismo, el jefe del Gobierno vasco señaló que ahora que “el terrorismo ha terminado” es momento para “aprender del pasado” y urdir un consenso en torno a los valores de “libertad e igualdad”.

Por otro lado, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo que le parece “bien” que ETA haya desaparecido. Sin embargo, matizó que “nunca debieron existir” porque “durante demasiados años” causaron “demasiado daño”, un daño que, además, “no va a desaparecer”. Igualmente, en su visita a Alicante, Rajoy se comprometió a estar siempre al lado de las víctimas y advirtió de que “hoy” el terrorismo adopta “nuevas formas”. “Ningún terrorismo doblegará, como no ha hecho hasta ahora, nuestra democracia”, defendió.

En la misma línea, el diputado de Ciudadanos Miguel Guitérrez subrayó que su partido no va a permitir que se “blanqueen” los crímenes de ETA ni que se obtengan ventajas a raíz de la desaparición de la banda terrorista.

Por su parte, la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, restó importancia al encuentro internacional del viernes en la localidad vascofrancesa de Kanbo, que sirvió para esceneficar el fin de ETA. “Nada ha cambiado en nuestras vidas”, dijo en alusión al acto, a la vez que incidió en que el “cambio sustancial” en el País Vasco se dará cuando la izquierda abertzale y el entorno de los etarras “sean capaces de decir que matar fue injusto y jamás debió tener lugar el terrorismo”.

En otro orden de cosas, Maite Pagazurtundua, eurodiputada de UPyD y hermana de Joseba Pagazurtundua, jefe de la policia local de Andoain y militante del PSE-PSOE asesinado por ETA en 2003, culpó a los Gobiernos vasco y navarro de actuar como “lobistas” de los presos etarras y tachó de “muy vergonzosa” su declaración conjunta del viernes.