Llarena descarta el delicto de rebelión a los exconsellers Borràs, Mundó i Vila
El juez del Tribunal Supremo (TS), Pablo Llarena, citó ayer a los exconsellers Meritxell Borràs (Gobernación), Carles Mundó (Justicia) y Santi Vila (Empresa y conocimiento) para informarles formalmente de su procesamiento por los delitos de desobediencia y malversación descartando el de rebelión, y a la exdiputada leridana de la CUP Mireia Boya, por el delito de desobediencia. Los tres exconsellers rechazaron hacer uso de su palabra, como muestra de desacuerdo con las conclusiones del magistrado. Boya fue la única que declaró ante Llarena y criticó que la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, sea acusada por rebelión mientras a ella solo se le imputa desobediencia. En respuesta, el magistrado le dijo que “si quiere se lo cambio por el de rebelión”. El diputado de ERC Joan Tardà criticó que el TS “está obsesionado en actuar no con justicia sino con crueldad”. El portavoz de JxCat, Eduard Pujol, lamentó que este tipo de comparecencias se hayan convertido en rutina, mientras que la diputada de la CUP Maria Sirvent aseguró que la “ofensiva represiva” del Estado responde a motivos de venganza. En otro orden de cosas, Llarena no pudo acreditar completamente las pruebas de malversación contra Carles Puigdemont, según se desprende de un informe enviado en abril, al no disponer entonces de la información del ministerio de Hacienda.